Puertas abiertas (pausa)

Un cambio de destino

Con la bolsa rebotando a su lado y respirando con dificultad, Izuku salió disparado del bosque e hizo un giro brusco para tratar de evitar la mayor parte posible del campus principal. No podía permitirse el lujo de ser atrapado por Daisuke-kun y sus amigos. No otra vez. No ahora que estaba en Clase E. Si pudiera salir del campus antes de que lo encontraran... si pudiera mantenerse delante de ellos el tiempo suficiente, entonces estaría a salvo.

Un aullido escapó de sus labios, ahogado cuando el cuello de su camisa mordió su cuello y fue tirado hacia atrás y alrededor de una esquina apartada de la escuela. Los ojos de Izuku se cerraron y sus brazos se levantaron para bloquear cualquier golpe en su rostro (no es que ayudaría, nunca golpeaban su rostro). Cuando su espalda se estrelló contra la pared y la mano se movió para sostenerlo por la parte delantera de su camisa, Izuku dejó escapar un pequeño gemido.

"Tch," resopló su atacante. "Realmente eres tan patético".

Izuku abrió los ojos para encontrar un mechón familiar de cabello rubio y ojos rojos enojados. "Oh, h-hola, K-kacchan", dijo en voz baja, bajando los brazos. Tal vez Kacchan no había sido la persona más amable con Izuku, pero al menos lo había dejado solo una vez que ingresaron a la secundaria. Principalmente. Kacchan todavía estaba dispuesto a lanzar insultos, pero nunca tocó a Izuku. Con todo, Izuku no estaba seguro de qué hacer con la situación en este momento. Probablemente iba a recibir una reprimenda, pero comparado con la destrucción de sus notas, estaría bien.

"No me llames así, Deku", gruñó Kacchan. "Suena como si fuéramos amigos". Kacchan lo miró por un momento, observando la forma del niño más pequeño antes de volver su atención a las manos de Izuku, aún ligeramente levantadas. Se inclinó hacia adelante y sacó el cuaderno que Izuku estaba llevando de su agarre.

"¡Oye eso es mio!"

"Cállate, Deku", dijo Kacchan, mirando más de cerca el libro que Izuku había olvidado que había estado sosteniendo en su loca carrera por salir del campus. Daisuke-kun destruyó las notas escolares de Izuku, pero no sus notas de héroe. Nunca había suficiente tiempo para eso. "Tch, todavía crees que puedes ser un héroe, ¿eh, Deku?"

"E-no hay nada de malo en intentarlo, Kacchan", murmuró Izuku, girando la cara hacia un lado.

Kacchan se rió. "Por favor, un pedazo de mierda sin peculiaridades como tú solo se interpondrá en el camino de los verdaderos héroes. Ni siquiera puedes luchar contra los matones del patio de la escuela, y mucho menos contra los villanos reales". Arrojó el cuaderno a un lado.

"Por favor, Kacchan, ¿podemos saltarnos todo esto? Ambos podemos ir a casa y tú puedes volver a fingir que no existo".

El rostro de Kacchan se torció en una mueca, pequeños estallidos brotaron de sus manos. Izuku se estremeció. "Con tu forma de ser, solo vas a derribar la reputación de nuestra escuela. También puede ser una mierda, pero al menos la gente lo tiene en alta estima. Si sigues dando vueltas con sueños imposibles, solo arrastrarás la reputación de Aldera por el barro contigo, ¡así que déjalo!" Kacchan tiró el cuaderno.

Izuku se encogió de nuevo en la pared. Así no es como esperaba que fuera su día. Kacchan soltó a Izuku. "La gente reconoce la grandeza cuando la ve. Todos los mejores héroes tienen historias de su infancia, la gente simplemente los miraba y sabía. ¿Pero tu? Nunca estuviste destinado a nada", dijo. "Tch. Maldito Deku. Finalmente, se dio la vuelta y comenzó a alejarse.

Izuku dudó por un momento antes de bajarse de la pared para recoger su cuaderno de análisis de héroe. "Oye, Deku", llamó Kacchan por encima del hombro. "Si quieres ser un héroe tan malo, hay otra manera". Izuku sintió que su corazón se hundió cuando la mueca de Kacchan se hizo más amplia. "¡Todo lo que tienes que hacer es rezar para obtener una peculiaridad en tu próxima vida y tirarte desde el techo!"