Puertas abiertas (pausa)

barco en puerto

Regresar a su casa por primera vez en una semana fue un gran peso para Izuku. estaba en casa Estaba a salvo.

Sin Ministerio. Sin soldados. Sin héroes ni reporteros.

Solo Izuku y su mamá.

Seguro.

Y solo.

Finalmente, lejos de todo, Izuku sintió que sus hombros caían. Tomó una respiración profunda y temblorosa y trató de no dejar que todo lo abrumara.

Un par de brazos suaves, cálidos y reconfortantes se envolvieron lentamente alrededor de Izuku, atrayéndolo en un suave abrazo. Se inclinó hacia su mamá, dejando que las lágrimas cayeran. "Izuku", dijo, suave y tranquila. Todo era suave y silencioso. Consolador. "¿Estás bien, cariño?"

Izuku respiró entrecortadamente, tratando de apartar las lágrimas. "S-sí", dijo finalmente. "Yo solo... han pasado muchas cosas. Necesito... necesito algo de tiempo.

"Está bien. Toma todo el tiempo que necesites." Inko se apartó y le dio a Izuku un beso rápido en la frente mientras le frotaba los brazos. "Toma", le entregó una pequeña pila de sobres. "Cuando estés listo, puedes abrirlos. Solo... trata de no tardar demasiado. Todavía tienes algunas decisiones que tomar".

Izuku asintió lentamente y tomó los sobres. Se inclinó hacia su madre por unos momentos más, luego caminó lentamente hacia su habitación sin decir una palabra. En la habitación oscura, Izuku se sentó en su escritorio y miró los sobres. Los resultados de su prueba. Habrían llegado hace solo unos días, ¿no?

Unos pocos días...

Si hubieran esperado. Si hubieran sido más pacientes, lo habría sabido antes de que fueran a matar a Korosensei. Habría podido decirle a Korosensei los resultados.

Izuku suspiró, alejándose de las cartas en su escritorio. No podía lidiar con eso en este momento. En cambio, se volvió hacia la bolsa con la que lo habían enviado a casa. Después de la ceremonia de graduación, regresaron al centro de detención en el que los habían tenido para recuperar sus cosas, luego continuaron a la escuela para recoger sus anuarios y otros útiles escolares. Limpiaron el edificio por última vez antes de regresar al edificio principal para informar. Se dieron sus órdenes finales de mordaza, y rápidamente se hizo una oferta de terapia pagada por el gobierno, algo que Izuku aceptó rápidamente. Algunos otros también aceptaron, pero la mayoría todavía estaba pensando en ello.

También habían distribuido el dinero de la recompensa. Hubo mucho debate sobre qué hacer con el dinero. Algunos habían intentado decir que sus diez mil millones eran solo suyos y no importaba lo que dijeran los demás, pero una consulta rápida con las guías de Korosensei hizo que incluso rechazaran grandes porciones del dinero. Izuku estaba bastante seguro de que Isogai había guardado la mayor parte para cuidar a su familia. En realidad, nadie reveló cuánto se quedaron, pero Izuku confiaba en que nadie se quedó con más de 200 millones. Izuku terminó quedándose con más de lo que inicialmente quería porque las escuelas de héroes, y la UA específicamente, eran caras, y probablemente iba a acumular una gran cantidad de gastos de salud y equipo para su disfraz.

El disfraz fue menos preocupante cuando Karasuma-sensei confirmó que el Ministerio de Defensa estaba dispuesto a permitirle usarlo y pagarlo mientras estaba en la escuela. Después de graduarse, tendría que conseguir el dinero él mismo si necesitaba modificaciones o reemplazos.

El dinero restante... habían accedido a ciertas donaciones y compras que tardarían un tiempo en procesarse y formalizarse, pero que deberían estar terminadas para cuando comenzaran las clases. Cuando terminaron, planearon que Isogai devolviera formalmente el dinero restante al Ministerio.