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Entonces, quizá Taeyong sea gay y quizá esté en una crisis por eso.

Quizá.

Y estaba muerto del miedo, porque primero; los invitados estaban por llegar a la fiesta de su quinto aniversario con Yoona, y todo lo él que podía pensar, era en besar a Jeong Jaehyun. Y segundo; él no estaba seguro de querer compartir el resto de su vida con una chica que ya ha engañado tres veces con dos personas diferentes.

Entonces sí, se puede decir que Taeyong estaba en crisis y estaba a punto de tener un ataque de nervios si nadie le traía una copa de champaña llena hasta el tope.

Taeyong le ordenó a los meseros que le trajeran la bandeja con las copas de champaña. Tomó dos copas antes de dejarse ir, recostándose en el sofá. Yoona todavía se estaba alistando y sus padres le dijeron que se quedarían por sólo treinta minutos, así su padre podría darles un discurso antes de que se fueran a París.

Su padre tenía un evento de negocios allá, y su madre tenía que ir con él para que éste la mostrara, obviamente. A Taeyong no le importaba, y para su suerte, Elena vendría y pasaría la noche con sus hermanos para que él estuviera libre de responsabilidades. De todas maneras, ellos no tenían permitido bajar a la fiesta, más que nada porque servirían alcohol (sí, Taeyong era menor de edad, pero a nadie parecía importarle).

Al momento en que el timbre sonó, Taeyong tomó su tercera copa de champaña en diez segundos, antes de pararse del sofá y caminar hacia la puerta. Una sirvienta se tenía que haber encargado de eso, pero él estaba cansado de estar sentado.

—¡Yoona! —llamó, sus gritos sonando por toda la casa.

Y entonces la vio bajar las escaleras, usando un vestido azul que parecía más un bote de basura que un vestido de cuatro mil libras. ¿Desde cuándo insultaba la elección de ropa de su novia? ¡Jesús!

En la puerta ya habían como cuatro personas de su escuela, y treinta minutos después, la sala estaba llena de gente. Los padres de Yoona ya estaban allí, hablando con los suyos. También todos los del doceavo grado y algunos del onceavo.

Taeyong ya tenía cinco copas de champaña encima y éstas lo tenían mareado, y sus padres estaban a diez minutos de dar su discurso.

Encontró a Dejun en la cocina, con su celular en la mano.

—¿Tu novio no va a venir? —Taeyong le preguntó.

—Él no es mi novio y... Sí, está justo en la otra calle.

—¿Estás texteando con él en este momento?

—¿Sí?

—No, est-está bien. Está bien.

Y como si fuera señal, el timbre sonó y él corrió a abrir.

Sungchan, Hendery y Jaehyun lo estaban mirando, cada uno cargando diferentes botellas de alcohol.

—¿Estás borracho? —Hendery preguntó, poniendo una mano en su hombro.

—No lo estoy. —dijo Taeyong y quitó su mano de su hombro.

—Taeyong, tus padres están a punto de dar un discurso. —dijo Winter cuando hizo su aparición en la cocina. Ella sonrió cuando los vio y caminó hacia Sungchan para saludarlo de beso.

—Sí... seguro.

Taeyong caminó por el otro lado del pasillo, llegando a la sala, donde sus padres estaban en el pequeño podio por el lado de la fogata, cada uno bebiendo una copa de champaña. Taeyong se sentía como si fuera a enfermarse.

—Todo el mundo siéntese, tengo el tiempo limitado para dar un discurso.

Todo el mundo guardó silencio en la habitación y Taeyong encontró su camino para ir al frente del podio, al lado de Yoona, quien le sonrió y entrelazó sus dedos.

Baby, heaven's in your eyes|| Jaeyong [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora