FÚTBOL | one shots

"Que ironía" Pablo Aimar +18

Sábado 11 de febrero, predio de la AFA

Estaba caminando por los pasillos muy apurada, estaba llegango tarde.

Yo soy la DT de la selección Argentina (femenina). En julio se jugaba el mundial de Nueva Zelanda y yo ya tenía que empezar a planear todo. Quería tener todo resuelto, no me justa dejar cosas a último momento y tampoco me puedo dar el lujo de hacerlo. Todavía nos quedaban varios entrenamientos antes de que yo vea a quien convocar.

Estaba muy pendiente pensando en que iba a ser, como lo iba a ser y con quienes, que no me había dado cuenta que en frente mío venía alguien directo a mi y al parecer el tampoco. Choqué con un hombre, dejando caer algunos papeles y también haciendo que vuelva a la realidad. Ese hombre era Pablo Aimar, DT de la sub-17(masculino).- Perdoname, andaba distraída y apurada.- Dije mientras me agachaba para juntar los papeles caídos.- Tranquila te entiendo. Yo también andaba distraído.- Se agacha conmigo para ayudarme y agarra los papeles que supuestamente le pertenecían. Me tenía que ir rápido así que me despedí con un "Nos vemos."

Cuando llegué ya todas las chicas estaban ahí.- Perdón, se me hizo super tarde. Pueden empezar con el entrenamiento.- Ni bien dije eso, empezaron a trotar al rededor de la cancha. Yo me senté a tomar un poco de agua, corrí tanto por estar apurada que ya no daba más.

Estaba revisando mis papeles y veo que me faltan algunos, pero no le doy mucha importancia ya que seguro me los había olvidado en casa, o en el auto.

Para mi sorpresa, escucho una voz masculina.- Permiso.- Era Aimar nuevamente.- Me di cuenta que agarré papeles tuyos, que yo sepa no tengo a ninguna Lorena.- Dijo riendo.- Ay gracias. Pensé que me los había olvidado, estoy muy cansada.- Se sentó conmigo en las gradas.- Si se nota. Pero es raro en vos ¿Pasó algo?- Aimar era esa persona que siempre se preocupaba por sus compañeros y le importaba mucho que las personas que lo rodean se sientan bien.- Si, mi esposo pasa. No dormí en toda la noche porque no aparecía, y sigue sin aparecer.- Dije para después suspirar.- ¿Otra vez? Deberías hacerte respetar y dejarlo, no te puede dejar tirada así como así... Mirá si querés después del trabajo vamos a tomar un café así me seguís contando y te descargas un poco ¿Te parece?- Dijo con una sonrisa.- Es buena idea, cuando estés mandame un mensaje y vamos en mi auto.- Nos despedimos con un beso en el cachete.

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Estaba en el auto esperando a que Pablo salga para ir a tomar algo y poder ir a hablar con alguien hasta que llegó.- Perdoname, Lio me pidió que haga algo a último momento.- Dijo después de que le abra la puerta, mientras se acomodaba en el asiento del acompañante.- Tranquilo no pasa nada ¿A dónde vamos?- Dije con una sonrisa que fue correspondida por el de rulos.- Hay una cafetería cerca de mi casa, podemos ir ahí.- Puse las llaves y arrancamos el viaje. El no vivía muy lejos por lo tanto llegamos en unos 15 minutos.

Ya en la cafetería elegimos la mesa y nos sentamos para despuer agarrar el menú y buscar algo para tomar y comer.

El se pidió un cortado y unas medialunas con jamón y queso y yo una lágrima y un cheese cake.

Nos quedamos charlando un rato hasta que llegó nuestro pedido.- Bueno ahora sí, contame que pasó.- Dijo mientras le ponía azúcar al cortado, mucha azúcar.- Bueno la verdad es que hace ya un tiempo que está muy raro. Ahora es más violento, ya ni me habla, no hay intimidad... Te juro que me siento una boluda.-

- ¿Cómo que más violento?- Preguntó preocupado.

- Si, pero es una boludez. No pasa nada.

- ¿Te hizo algo a vos?- Sentía que cada vez se estaba preocupando más y más