"El amanecer" Lisandro Martinez

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9/9 Buenos Aires, Argentina

Narra Lisandro:

Después del amistoso contra Ecuador, quisimos salir con algunos de los chicos el finde. Decidimos ir a algún boliche de capital, alguno que no sea muy conocido así podíamos pasar la noche tranqui.

El boliche lo eligió el cuti, empezamos mal. Este si era conocido, nada que ver a lo que queríamos al principio, pero lo bueno es que la mayoría eran personas famosas o influencers así que no nos iban a joder demaciado.

-Che hermano, ¿vos viste mis lentes de sol?- Me tira cristian.

-No gato, por acá no andan.-Le respondí

-No los presto más boludo, me pierden todo.-Dijo quejándose y yo me reí, siempre le pasaba lo mismo.

Termino de bañarme en perfume y ya estaba el cuti abajo rompiendo los huevos; "tardaste un montón", "apurate porque mis amigas se enojan", "dale negro vamos".

Fuimos en mi auto, el no tenía ganas de manejar. Vago, como siempre.

-Es ahí.-Me dice señalando el boliche, yo desconfíe.-Hermano mira donde nos venimos a meter, dicen que el dueño es re mafia.-Le dije frunciendo el ceño con cara de desconfiado.-Boludo no pasa nada, si es amigo mío este.- Mentira, arrugó la nariz.

Otamendi estaba esperando en la puerta.-¿Qué pasó? Re tarde llegaron.-

-La nena que se estaba arreglando.-Dijo el cuti mientras hacía gestos de que se estaba maquillando, haciendome burla. Yo le pegué un codazo y Ota río.

Pasaron unas 3 horas de que habíamos llegado y yo estuve toda la noche mirando a una mina, si le digo hermosa me quedo corto. Ota me dijo que vaya y me lance pero no sé, no me tengo fé.-No sé boludo, no me va a dar bola.-le dije a Ota, el otro se fue con sus "amigas".-Pero, ¿sos pelotudo? Si que te va a dar bola, dale andá.-Me respondió.-Pero te vas a quedar so...-No me dejó ni terminar de hablar y ya me estaba empujando para que vaya y moviendo la mano para adelante.

Yo me acerqué a la barra donde ella estaba, muy sigilosamente.-Dos birras por favor.-Pedí sin decirle hola a ella ni nada. Me miró sorprendida.-¿Perdón?-Me dijo levantando la ceja.-Lisandro, un gusto.-Le dije con una sonrisa de costado, si me iba a lanzar iba a ser con toda.-Si sé...-Me escaneó con la mirada.-Victoria, el gusto es mio.-Me saludó con un beso muy cerca de la comisura del labio.

Nos quedamos hablando un buen rato. Cuando terminamos la tercer ronda de birras nos fuimos a bailar.

Esta mina me volvía loco, Todo de ella me volvía completamente loco. Se movía de una manera impresionante y me descolocaba cuando rozaba su culo con mi bulto.

Ya eran casi las 5:30, el boliche estaba por cerrar.-¿Te pinta ir a mi casa?-Me ofrece ella, obviamente yo asentí.

En el transcurso del viaje, aprovechabamos cada semáforo de la capital para comernos a besos, y quizás a manoseadas también.

Cuando llegamos ella se fue disparada para la cocina mientras decía "ponete cómodo", yo me senté en el sillón.-¿Un vino va?-Dice trayendo un tinto de su cocina. Yo como amante de las buenas bebidas, obviamente me dije que si.

Tomamos un buen rato y yo con la mirada me puse a analizar su casa. Muy bien amueblada, tenía un buen gusto, aparte era minimalista y eso le daba el toque. De repente veo un cuadro de ella con un chico apoyado en la mesita ratona debajo de la tele.-¿Tenés novio?-Le dije y ella me miró.-Bueno...novio novio, no es.-me dijo ella.

-¿Es un pelotudo, no?

-Si, la verdad que si.-Dijo ella entre risas. El vino la estaba embobando, y a mi también.-Pero no hablemos de el, yo te quiero prestar atención a vos ahora.-

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⏰ Última actualización: Jan 14 ⏰

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