Capítulo 2: Comienza el juego

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Hércules se había marchado en la mañana y Loki se quedó aburrido sin nada que hacer. Debía de admitir que se había acostumbrado a la presencia del otro, ahora que no tenía nada que hacer se la paseaba por todo el reino de los dioses en busca de alguna presa para sus bromas, pero todos lo ignoraban o huían apenas lo veían, y es que a su joven edad, ya había sido rechazado en más de una ocasión por los otros dioses, nunca había salido a beber o a ir a alguna misión con alguno de ellos, no porque fuera débil, sino que no confiaban en él.

Para su mala suerte, al único que se encontró fue a Hermes quien venía solo, quiso ignorarlo pero ya era tarde, el otro dios se había percatado de su presencia.

- Años sin verte Loki, ¿Cómo estás? -

- Cómo siempre - Dijo secamente, realmente no quería seguir hablando con él.

- Hay rumores que te has encariñado con el semi-dios Hércules, no pensé que fuera cierto ya que odias a los humanos -

- No tiene nada que ver contigo -

- O es que... ¿Lo tienes cómo tu nuevo juguete? -

Loki lo miró seriamente y Hermes sólo sonreía, realmente le gustaba incitarlo a pelear.

- Hermes... Cuando me sentí aburrido acudí a ti para hacerte una broma sobre ser mi juguete sexual, pero cómo aceptaste creí que sería una oportunidad que no podía dejar pasar, ambos estuvimos bien durante unos años pero me comenzaste a aburrir, ya no era divertido hacerlo contigo, por eso te dije que dejáramos las cosas así y tú sigues insistiendo - Loki floto para quedar a una altura más alta que Hermes y le sonrió maléficamente - ¿Acaso realmente te enamoraste de mí?

Hermes sonrió tranquilamente.

- Siempre fue divertido molestarte, tómalo cómo una venganza por todas las bromas que le has hecho a los dioses, además, siempre que tenga la oportunidad de ver algo de acción, provocare las cosas para hacerlas divertidas -

- Oh ~ por un momento pensé que realmente te habías enamorado de mi, que suerte porque ya tengo a alguien más con quién divertirme -

Hermes siguió su camino sin decir nada, Loki bufó molesto y se marchó a su hogar, no había nada interesante sin Hércules.

Al tercer día, fue directamente al palacio donde Hércules vivía, se había enterado que la tropa de guerreros ya había llegado y junto con ellos el semi-dios, Loki no perdió ni un segundo en ir donde él, pero aún no había nadie, o al menos eso pensó, ya había estado en otras ocasiones en la habitación del otro así que imaginó el lugar y se teletransportó.

La habitación estaba ordenada y no había nada fuera de lo común, se acostó en la cama a la espera del otro, hasta que luego de unas horas finalmente Hércules llegó, pero de inmediato Loki notó algo diferente.

- ¿Loki? ¿Que haces aquí? - Preguntó algo incrédulo, su respiración era agitada y su mirada era feroz, cómo un depredador listo para atacar a su presa.

- Quería saludarte querido Hércules, he estado muy solo estos días -

- Gracias por venir hasta aquí, pero debo pedirte que te marches -

- ¿Acaso no te emociona verme? - Loki se acercó y tocó el rostro de Hércules, pudo escuchar un pequeño gruñido y fue ahí cuando Loki lo supo - ¿Tuviste un encuentro con Hímero el dios de la lujuria? - Su voz era demandante, casi al punto de la ira.

- Junto con los dioses que me acompañaron para ir a la misión, entre ellos estaba Hímero, fuimos a beber pero se embriagó y me lanzó accidentalmente un humo que funciona cómo un afrodisíaco potente, vine aquí lo más rápido posible -

Engaño del amor (Hércules x Loki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora