Capítulo 9: Compromiso

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- ¿Estás embarazado? No sabía que los dioses podían hacer eso - Dijo atónito el humano, no podía creer que él mismo estaba atacando a un ser inocente.

- Así es, no todos los dioses, de hecho, soy el único que puede... Lo que viste no era mi punto débil, es mi hijo que tengo cubierto con el 30% de mi magia -

Okita se sorprendió que aquel dios le estaba haciendo frente sin luchar con todas sus fuerzas, en otras circunstancias se hubiera enfadado, pero entendía la razón por la que lo hacía, sólo era un padre protegiendo a su hijo.

Recordó su infancia y como el señor Kondo le había cuidado con tanto cariño y amor, cómo si fuera su propio hijo, lo hizo en el momento en dónde creyó que ya no le quedaba nada ni nadie, él llegó para salvarlo y cuidarlo.

- Señor Kondo... ¿Podré derrotar a este dios sabiendo que acabaré con su hijo también? - Susurró para si mismo.

Loki aprovechó que Okita dudó un segundo y lo atacó, el humano logró quitarse a tiempo pero su cuchilla alcanzó a cortarlo en un costado, lanzó su katana hacia el dios pero nuevamente fue lanzada lejos.

El dios miró fijamente al humano a los ojos y sonrió de lado maléficamente.

- ¿Estás cansado verdad? - Okita se estremeció cuando lo escuchó, había algo diferente está vez, no entendía cómo pero su cuerpo se había paralizado.

"¿Porque no me muevo?" Pensó el humano.

Loki nuevamente concentró su magia y curó rápidamente todas sus heridas, pero ya estaba llegando a su límite, debía terminar con esto ya.

- Si estás cansado, acaba con esto y acepta la derrota, ríndete ahora -

- Yo me... - Okita cubrió su propia boca rápidamente, estaba a punto de decir que se rendía, ese dios lo estaba controlando, con sus palabras podía hacer que él mismo acabará con la batalla.

- ¿Que estás esperando? ¡Ríndete! -

"¡No! ¡No lo haré!" Gritaba en su mente, pero su boca parecía moverse sola.

- Me... Me rin... -

- ¡OKITA! - Escuchó la voz del señor Kondo - Tu puedes hacerlo, confío en tí.

Okita miró al señor Kondo que lo apoyaba en la multitud, pronto, todos los humanos gritaban su nombre, no podía fallarles, respiró profundo y entró en una especie de trance, ahora mismo no era capaz de escuchar ni ver nada, sólo tenía el instinto asesino y eso fue lo que lo impulsó con una fuerza descomunal hacia adelante y Loki apenas pudo esquivarlo.

Loki comenzó a marearse y dolor en el vientre era cada vez más fuerte, a pesar de haberse curado las heridas, nuevamente el humano le estaba haciendo más, su nariz goteaba de sangre por el esfuerzo que estaba haciendo y antes de que pudiera dar otro golpe, el dolor en su vientre lo hizo colapsar al suelo.

Okita se detuvo y regresó en si, su instinto asesino sólo duraba unos cuantos segundos, pero al ver al dios tendido en el suelo sintió lastima y tristeza, no era la victoria que él quería.

- ¡Loki! - Gritaba Hércules con dolor, su pareja había luchado con todo lo que tenía, pero no fue suficiente.

El dios del engaño yacía en el suelo con la respiración agitada y la vista nublada, no podía moverse pero su mano descansaba sobre su abdomen, Okita se acercó a él y se arrodilló para tocar su vientre.

- ¿De verdad hay un bebé aquí? -

- L-Lo viste... Es... Mi hijo -

- ¿Porque luchaste si estabas embarazado? -

- N-No quería... Nos... Negamos... P-Pero ya era... Tarde -

Okita lamentó el hecho de que las cosas se hayan dado de esta manera, no quería hacerlo, pero por su Valkiria, la humanidad y su honor, levantó la katana para cortarle el cuello a Loki y darle una muerte rápida, cuando su cabeza cayó y su cuerpo comenzó a fragmentarse sintió culpa, por la vida inocente que había arrebatado.

- Te atrapé ~ De repente Loki apareció detrás suyo y con una de sus cuchillas perforó el pecho de Okita haciéndolo escupir sangre.

- ¿C-Como? - Dijo cayendo boca abajo en el suelo.

- Todo esto fue una ilusión, desde el instante en que comenzó la batalla, todos y cada uno de los presentes en este estadio cayó en mi ilusión, todo lo que vieron fue falso, estuve escondiéndome dentro de mi propio clon, exactamente dónde está mi hijo -

Todos los dioses y humanos quedaron sorprendidos por la astucia de Loki, no solo engañó a su rival, sino a todos los presentes para hacerle caer finalmente la guardia a Okita.

- Sin duda alguna... Fuiste un gran rival... - El cuerpo de Okita comenzó a fragmentarse y sonrió a Loki - Serás un gran padre.

Su alma desapareció y Loki finalmente pudo respirar con normalidad.

- E-El ganador de la quinta ronda... Para sorpresa de todos, es ¡Loki! La victoria es para los dioses quien logran el empate -

Loki levantó su puño a Hércules y sonrió con orgullo, su pareja lo veía desde el palco feliz de que todo había acabado, demostrándole a todos su gran potencial.

- Wow, y no tiene ninguna herida - Habló Ares sorprendido - Nunca pensé que fuera tan poderoso.

- Sigue siendo una ilusión - Dijo Hermes - No hay manera que saliera sin un rasguño de una batalla tan brutal cómo esa, Hércules, te aconsejo que lo lleves a la enfermería, por seguridad.

Hércules salió rápidamente y en el pasillo vió a Loki sentado en el suelo mientras trataba de controlar la respiración.

- ¡Mi amado! - Gritó Hércules llegando a su lado, Hermes tenía razón, su cuerpo estaba lleno de heridas y tenía fiebre - Te llevaré a la enfermería de inmediato.

Lo cargó y la conciencia de Loki iba y venía, había usado demasiada magia tanto en la batalla cómo protegiendo al bebé, sólo esperaba que no le hubiera pasado nada malo.

Hércules llegó a la enfermería y todos los doctores lo examinaron, afortunadamente se recuperaría y tanto él cómo el bebé estaban fuera de peligro, pero debían quedarse en la cápsula médica todo el día.

- Mi amado - Susurró Hércules contra el cristal - Gracias por quedarte a mi lado.

🗝️

Loki abrió los ojos pesadamente, tenía sueño y seguía cansado, no sabía cuánto tiempo había pasado pero aún seguía dentro de aquella cápsula.

Escuchó unas voces a la distancia y cuando la compuerta se abrió Hércules se acercó para estrecharlo en sus brazos.

- Mi amado, por fin despiertas -

- ¿Cómo está el bebé? -

- Está bien, hiciste un gran trabajo protegiéndolo, Loki, todos los dioses hablan de lo increíble que estuviste en batalla, nadie podía imaginar que tuvieras ese gran poder -

- Sólo use mi magia para engañarlos, no es algo increíble como Zeus o Thor - Hércules le tomó las mejillas y le hizo verlo.

- Nunca te subestimes, eres grandioso y nadie puede decir lo contrario, ante todos los dioses eres Loki, el dios que luchó a muerte con un bebé en su vientre y salió victorioso -

- Cómo digas querido -

- Sé que no es el mejor lugar ni momento, pero Loki, ¿Serías mi esposo? - Dijo arrodillándose y sacó un anillo con cristales verdes y rojizos, sus iniciales estaban en el y Loki sonrió complacido.

- Te estabas tardando tonto, claro que sí -

Los doctores y enfermeras que estaban ahí aplaudieron a la feliz pareja, ahora que eran esposos iban a salir adelante apoyándose el uno al otro como siempre lo han hecho.

Engaño del amor (Hércules x Loki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora