꒷꒦꒷𝐀rrebato ⨟ 𝐒lashers × 𝐋ectora

𝐎 3

Durante toda la noche no paraba de haber ruidos extraños, chillidos y quejidos, sobre todo en la parte de arriba, lo que yo suponía era el ático de esta casa. Eran inquietantes los sonidos pero que más daba, estaba todo completamente cerrado, y por lo que creo, no estoy en una situación tan vulnerable, porque si me asesinan, ¿Quién haría sus quehaceres? Igualmente, me parece que pueden perder la paciencia en cualquier momento y asesinarme, así que espero por lo menos durar una semana. De todas formas, la noche fue bastante pesada, no pude conciliar el sueño tan fácilmente por el miedo y los nervios que constantemente sentía si es que algo llegaba a ocurrir, por lo que apenas y pude cerrar los párpados durante unas horas.

Llegó la mañana, y debo decir que por lo menos era algo agradable estar en una casa alejada de la sociedad, en medio del bosque... Era bastante agradable amanecer escuchando sonidos naturales, como las aves y el viento y no autos, bueno... digo, vivía en un pueblo no en una cuidad, pero era algo molestos los sonidos. Diría que me encantaría amanecer así todos los días, pero por lo menos bajo otras circunstancias, y en otra situación donde no me tienen secuestrada.

Estoy cansada, trató de obtener todo el calor posible a través de esta manta, pero es difícil, esto no podría cubrir ni al más puto pequeño insecto, vaya mierda, me estoy congelando mientras que el sol ya ha salido, ahora podría ir corriendo a dejar que el sol me quite todo rastro de bajas temperaturas, pero no, en cambio me estoy congelando esperando haber cuando recuerdan que tienen una maldita personita que necesita salir...

Aunque, tampoco podía ser tan malo, creo que prefiero quedarme aquí congelando que a salir allá afuera frente a todos ellos y estar al borde de la muerte constantemente por lo que me quedé de vida, pero parece no haber opción, obvio tendrá que haber un tiempo límite, seguro ya no falta tiempo para que uno de estos psicópatas vengan a sacarme de este nido de ratas.

— Mierda... —murmuro a lo bajo asustada, ya que la perilla de la puerta se mueve.

¡Oh sorpresa! Cómo esperaba, mis pensamientos obvios habían sido confirmados... La puerta está por abrirse y solo ruego por que sea la chica pelirroja, Carrie.

Al menos así ya no estaría tan asustada.

Pero para lo que me queda de suerte llega el que usaba máscara de fantasma, y me parece curioso lo que ayer dijo Lester, el era de los más jóvenes... ¿Que hace aquí seguramente un muchacho? Si que estaban mal, acabo de decir algo como si fuera un puto veterano de guerra, literalmente acabo de cumplir los 21 años...

— Bo dice que bajes... —avisa en un tono desinteresado, sin ninguna intención de mostrar algo de tacto, un tono bastante indiferente y apático.

— Ya voy... —digo en un tono algo bajo debido a los nervios—. ¿Puedes salir un momento? —pido dudosa, me gusta mi espacio personal. El suspira notablemente fastidiado y cierra la puerta, rápido me levanto y acomodo mi cabello y mi ropa ya que no quiero verme como salida de un campo atómico—. Carajo —me quejo molesta, era lo malo de las mañanas, amanecer como si un huracán hubiera golpeado tu rostro, digo es bastante estúpido que en estos momentos me llegue a "preocupar por mi apariencia" no, solo no puedo bajar y lucir como un mapache... Es complicado. Rápido recuerdo que me esperan—. ¿Puedes abrir?... —pido con algo de miedo luego de acomodar mi cabello y tallar mi rostro con las manos.

— ¿Por qué se tardan tanto las mujeres? Carajo... —lo escucho quejarse a lo bajo mientras abría la puerta, lo cual me parece una exageración, solo fueron si al caso diez segundos—. Ven... —me exige con el mismo tono apático, incluso me parece indignante que llegue un niño a darme órdenes... Ya me siento toda una anciana...—. Bo quiere que hagas el desayuno.

Lo voy siguiendo temerosa por todo el pasillo del segundo piso viendo todas las puertas que habían, cada una conduciendo a las habitaciones, algunas se veían más extrañas que otras, pasamos a las escaleras y bajamos hasta la sala para llegar a la cocina, dónde está Carrie, lo cual me hace sentir que por lo menos ella estando aquí no sería tan miserable está primera mañana de lo que me quedé de vida.