𝐎 5

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— ¡Abre la puerta carajo! —los golpes de la puerta me hacen abrir los ojos—. ¡Vamos niña, ya es bastante tarde!

Carajo, no dejan dormir.

— Ya voy —me levanto rápidamente de la cama para abrir la puerta, encontrándome con la bestia de Bo, el cual entra haciéndome a un lado mientras me mira bastante serio—. Buenos días, supongo.

— No juegues conmigo mocosa —con una fuerza firme me aparta de la puerta cerrando el paso, voltea hacia mi con los brazos cruzados—. ¿Ayer por que carajos te encerraste? —me descubre con feroces palabras, me siento como una niña a punto de ser castigada por sus padres, un nudo de nervios se hace en mi lengua y mente que no me dejan aclarar la situación ¿Como carajos le digo que cada puto momento me estoy muriendo de miedo?—. Responde —demanda de una manera dura, que me hace volver a la realidad y saber que mi peor enemigo es mi cobardía y mala manera de responder, lo cual hace hervir mi mente del coraje—. Mira bien, no me gusta lidiar con gente estúpida —se acerca hasta mi para levantarme con facilidad y estampar mi cuerpo en la pared con algo de fuerza, deja mis pies colgando y siento el miedo aumentar rápidamente.

— Es que... Me asusta salir —excuso apartando mi vista de Bo, no quería verle al rostro por orgullo.

— ¿Solo por esa mierda? —me hace verle tomando mi mentón con fuerza—. Ayer Carrie hizo todo lo que tú debías —expuso con molestia mientras siento un nudo en la garganta—. Y si no cumples lo que debes en este lugar, serás un maldito estorbo, y yo siempre me deshago de los estorbos, ¿Entiendes? —amenaza con coraje, yo asiento, con groserías amenazando ser gritadas y una lágrima por bajar corriendo pero con toda la voluntad posible las retengo.

— Entiendo, no lo haré de nuevo —digo en un tono algo monótono para no demostrar tanta debilidad.

— Bien, hoy todos limpiarán este lugar, pero no significa que volverás a hacer nada, al finalizar el desayuno quiero que ayudes a todos a arreglar sus estupideces —finaliza bajando mi cuerpo con poco cuidado.

— Si... —murmuro.

Apenas sale, veo al techo, no hay nadie viendo...

Saco los dedos del medio apuntando hacia la puerta cerrada demostrando todo el coraje retenido en estos momentos.

Me arreglo cepillando mi cabello y limpiando mi rostro con un trapo para cambiarme rápido y salir abajo a la cocina rápidamente, llegando veo que el lugar está solo, lo cual no pienso desaprovechar y busco por los cajones los productos de limpieza, los cuales tienen químicos que provocarían daños en la ingesta por intoxicación...

— ¿Que buscas? —dejo de buscar y volteo atrás para encontrar la curiosa mirada de Lester analizando lo que hago.

— La sartén, no la encuentro —miento con una pequeña mueca preocupada fingida.

— En el cajón de abajo a la derecha —informa, y muy a regañadientes la tomo para empezar a cocinar, lo mismo de ayer por petición de Bo y porque era lo que desayunaban a diario o eso dijo.

Por lo que veo Carrie no vendrá y me tocará hacer todo, de alguna manera me parece mejor ya que veo que se mueve algo lenta y me gusta trabajar más estando sola.

Pero el problema es que tendré que trabajar con carne humana y eso es bastante asqueroso.

— ¿A qué se debe tanta elegancia tan temprano? —pregunta tomando asiento recargando sus brazos en la mesa mirando atento, no se a que se refiere exactamente aunque me hago una idea—. Lindo vestido.

— Oh —volteo a otro lado algo extraña, me dejó llevar tan rápido con los cumplidos—. No es nada, es algo que Carrie me ayudó a buscar.

— ¿Compras en el sótano? —bromeó a lo cual me llega una pequeña sonrisa.

꒷꒦꒷𝐀rrebato ⨟ 𝐒lashers × 𝐋ectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora