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Los pasos de Jungwon eran lentos, casi como si estuviera evitando llegar a aquellas escaleras, pero era un compromiso en el que el mismo se había metido.
Desde hace unos días la escuela había terminado de remodelar un par de salones, y para hacer las cosas más eficientes, los profesores decidieron que sería una genial idea hacer que los alumnos limpiaran esos salones, pero para su mala suerte, no había funcionado muy bien y al final solo Jungwon se había ofrecido a limpiar. O eso creía él.
Al llegar al primer salón, Jungwon soltó un suspiro, realmente no se veía tan mal... Solo habría que barrer, acomodar los asientos, trapear, y limpiar las mesas y ventanas... Solo eso.
Jungwon comenzó limpiando las mesas y asientos antes de acomodarlos con un trapo seco, se tardó aproximadamente cuarenta minutos haciendo aquello, ya que el polvo no dejaba de entrar en su nariz y tenía que alejarse un momento para que sus constantes estornudos no levantaran más polvo.
—Joven Yang —la conocida voz de uno de sus profesores hizo que Jungwon dejara de limpiar el último asiento y lo mirara—, las clases terminaron hace diez minutos. Debería ir a casa, la escuela cerrará pronto y los salones no irán a ningún lado —dijo con un tono bromista, pero el chico solo lo miró con pocos ánimos.
—De acuerdo —dijo Jungwon dejando el pedazo de tela de lado y tomando sus pertenencias antes de irse a casa.
En cuanto llegó, no se sorpendió al ver a Jake, el novio de su hermana, en el sofá mirando la televisión.
—Hola Won, ¿qué tal la escuela? —Jake preguntó amablemente como solía hacerlo. Jungwon lo miró mientras se quitaba sus zapatos.
—Bien —no dijo nada más y fue a su habitación, sintiendo poco después los pasos de Jake detrás de él, entró a su habitación y sin mirar al castaño, dejó su mochila en el suelo antes de hablar—. ¿Necesitas algo?
Jake sonrió a medias y negó, a pesar de que Jungwon seguía sin mirarlo.
—Sigo sin agradarte, ¿no? —Jake se cruzó de brazos apoyándose en el marco de la puerta. Jungwon lo miró por unos segundos antes de echarse en su cama boca-arriba, mirando el techo.
—Eres observador —Jake rió por el típico sarcasmo del chico.
—Jungwon, tú me agradas. Tu hermana siempre habla muy bien de ti, incluso antes de conocerte me agradabas...
—Tu problema.
—¿Qué puedo hacer para agradarte?
—Dejarme en paz —Jake lo miró por un par de segundos antes de suspirar.
Desde hace casi cuatro meses que salía con la hermana mayor de Jungwon, y hace tres meses que ella lo llevó por primera vez a su hogar para conocer a su familia, especialmente a su hermano menor, Jungwon. Pero era día en el que el menor de los Yang no quería a Jake cerca ni de su hermana, ni de él. ¿La razón? Jungwon creía firmemente que Jake le había robado a su hermana, el poco tiempo que antes pasaban juntos, ahora lo pasaba con Jake.
