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No lo puedo creer ¿como si quiera pueden pensar que iba a aguantar eso? Su trabajo no era ser una niñera y más de un príncipe inutil como ese. No entiendo porque al calvo de pacotilla le importa tanto ese inutil, solo perdemos hombres y más hombres si seguimos así Askelad se quedara solo, bueno Bjorm nunca lo dejaría; está dispuesto a morir por el.
Siento unos ojos sobre mi y volteo hacia la persona que me observa, ojos marrones y azules chocan. Thorfinn frunce el ceño y el príncipe chilla asustado.
─¿Qué miras? Si tienes algo que decir, solo dilo ─ El rubio solo gira la mirada asustado evitando la mía ¿que le pasa? Si sigue con esa actitud será una presa fácil para Vikingos como nosotros.
─Deja de intimidar al príncipe, Thorfinn. Disculpenos, Alteza. ─Askelad le proporciona una mirada de advertencia al más pequeño mientras Ragnar se queja de mí como si no estuviera aquí.
─Pero si no hice nada, tsk, esto es una mierda ─ Me hundo en el asiento de la carreta con los brazos cruzados. No pasa mucho para que los caballos se detengan, el príncipe mira hacia todos lados a la vez que yo sacaba mis cuchillas,la primera flecha en dirección a la cara del rubio fue más que suficiente para que el viejo me lanzara una de sus miradas.
Tome uno de los escudos que estaban cerca de mí en el suelo de la carreta para protegerlo, Ragnar solo gritaba de que debían proteger al príncipe, ojala le cayera una flecha a el.
─Thorfinn, saca al príncipe de aquí ─ Solo rodé los ojos para tomar las riendas del caballo y salir de ahí con el inutil.
Supongo que pasó alrededor de 10 a 15 minutos para detener a los caballos
─Deberíamos rezar por los guerreros que murieron en la batalla ahora ─¿desde cuando el monje estaba en esta carretilla?
─Si, tiene razón ─ el príncipe trata de bajarse sin embargo lo único que logra hacer es caer en picada.
─Que pérdida de tiempo ─dije con desinterés, ellos solo querían usarlo ¿para qué orar por ellos?
─¡Silencio! no vuelvas a decir eso, todos debemos rezar por la vida de los guerreros que mueren en batalla.Todas las vidas valen, sin importar de qué tipo de personas sean.
No mentire,me tomó de sorpresa que el bastardo me levantara la voz, aunque fue como si un pastel me amenazara y eso le quita todo rastro de intimidación,en realidad por un momento sus ojos brillaban como joyas de diamantes ''realmente hermoso'' fue un pensamiento rápido que el de los ojos marrones no prestó suficiente atención.
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