◥꧁ད 𝔜𝔞𝔫𝔡𝔢𝔯𝔢 𝔒𝔫𝔢-𝔰𝔥𝔬𝔱𝔰 ཌ꧂◤

【 𝕳𝖊𝖗𝖒𝖆𝖓𝖆𝖘𝖙𝖗𝖔 𝖝 𝕽𝖊𝖆𝖉𝖊𝖗 】

- Realmente te detesto....- susurraste para ti misma mirando al chico que hizo tu vida se hiciera un poco miserable.

Conociste a Sebastian los 12 años, ambos iban a la misma escuela, compartían salón y aunque no se hablaban mucho, no había una mala relación entre ustedes. Todo empezó cuando los padres de ambos se conocieron.

Tu madre, una mujer soltera muy alegre y suave, se había divorciado de tu padre abusivo antes de que tu nacieras, y aun así se las arreglo para criarte sola, la amabas por eso. Conoció al padre de Sebastian cuando fue a buscarte al colegio, no recuerdas bien los detalles, solo que un año después ambos decidieron casarse.
Tu ahora padrastro era un buen hombre, era más serio y responsable, pero jamas te trató mal, te agradaba, no lo suficiente para llamarlo padre pero no la pasabas mal con el.

El problema era con el demonio de su hijo.

Al principio te sentías mal por el, su madre había muerto en un accidente  y asumias que esa era la razón por la cual era tan callado y solitario, incluso quisiste ser su amiga pero a penas empezaron a compartir techo te diste cuenta que la convivencia entre ambos sería difícil.
Era egoísta, narcisista, manipulador y molesto. Delante de los demás era un ángel, incluso tu madre lo llego a amar, pero contigo, específicamente contigo, era un asco.

Te quitaba a tus amigos, si un chico te gustaba el mismo lo alejaba de ti dándote una mala imagen, te quitaba tus cosas, y si intentabas hacer algo se ponía a llorar acusandote con tu madre la cual te regañaba.
Así que aprendiste a ignorarlo, ya cuando el tuvo 17 y tu 16 las cosas cambiaron un poco, pero no para bien.

Era un depravado.

Te robaba la ropa interior, aprovechaba cualquier oportunidad para rozar sus dedos con tus muslos y hasta intentaba verte el escote si es que usabas. Y una vez más, nadie te creía ni hacía nada, así que te resignaste y decidiste largarte de ahí a penas tuvieras 18.
Incluso aprovechaba cualquier oportunidad para meterse al baño cuando te estuvieras duchando, esa era la situación en la que se encontraban ahora.

- ¿Por qué no sales de ahí y me lo dices más de cerca? Tu odio no me llega - dijo relajado mirándote fijamente con una sonrisa de burla, como si el supiera que tenía el control completo de tu vida.

Que hijo de puta, con mucho respeto a su madre.

Por suerte la bañera llena de burbujas cubría tu cuerpo, a veces pensabas que no hacía todo eso por razones pervertidas, querías mentirte a ti misma que solo lo hacía para darte miedo y demostrar un control sobre ti. Te asustaba como tu misma lo normalizabas y le quitabas importancia, como algo de todos los días, sabias que estaba mal pero al mismo tiempo no querías arruinar la hermosa vida de tu madre, ya le darías un alto pero...aun no estabas lista, simplemente querías ignorarlo.

- Lárgate Sebastian, tengo cosas que hacer aparte de ver tu asquerosa cara - escupiste las palabras con asco dirigidas a él, sosteniendo su mirada sin vacilación.

- ¿Salir con tus amigos? ¿Cuáles? No tienes ninguno - aunque lo dijo serio, notaste cierto tono de burla.

A veces Sebastian te asustaba verdaderamente, podia llegar a ser molesto, sarcástico y burlon, pero cuando se ponía serio y frío, era preocupante. Aprendiste que era sensible a ciertos temas y aunque antes habías jugado con eso para demostrarle que también podías llegar a ser una perra, preferiste dejar de jugar con fuego después de las consecuencias.

- Nunca terminas de conocer a una persona, ahora lárgate...mamá acaba de llegar.

Ante eso el chico se dio la vuelta agudizando su oído, pero tu aprovechaste para tirarle shampoo a los ojos, dejándolo ciego y quejándose, dándote la ventaja para poder salir sin que te vea y encerrarte con llave en tu cuarto.
Escuchaste como trabataban de entrar, pero no hiciste caso y empezaste a cambiarte, aunque Sebastian creía que tu vida social era nula, la verdad que es no. Tenias amigos fuera de tu escuela, los hacías cuando ibas al mercado sola, o recibias un folleto o tan solo ayudabas a alguien, eras bastante social y hacer amigos no te costaba.