Preparándose para la guerra...

67 5 2
                                    

Tras ponerse al día con ayuda de Tirpitz, esta llevó al peli blanco a su casa al no tener dónde dormir, y regresar caminando poco más de quince kilómetros hasta los hangares donde se encontraba su nave no era una muy buena opción, aunque también podía tomar los teletransportadores o el hyper loop (tren sónico), aunque la mujer insistió y nuestro protagonista al final acabó cediendo. Ambos cocinaron, cenaron y fueron a dormir inmediatamente después.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

A la mañana siguiente:

Enterprise comenzó a despertar mientras abría lentamente los ojos al no querer despegarse del edredón al ser muy cálido, casi como si fuera una persona...; cuando estuvo más o menos despierto notó algo extraño: había un peso encima de él que no debería estar ahí, además se sentía cálido, demasiado para ser por el edredón.

Sin darle mucha importancia metió uno de sus brazos debajo de la tela,tocando algo suave con su mano... se parecía a...

-...oh mierda...-petrificado- estoy jodido... 

Por si no creyera que tiene mala suerte, la mujer justo comenzó despertar, y el peli blanco al no haber retirado la mano aún de donde la tenía puesta... bueno, digamos que acabó con una marca de mano en la cara y casi con un tímpano destrozado por el grito que soltó Tirpitz

Al salir de la casa de la peli blanca y que Enterprise le preguntara el por qué estaba en la misma cama que él y para empeorar las cosas él en ropa interior y ella desnuda no ayudó mucho a la situación.

Tirpitz le respondió que por qué estaba tocando uno de sus pechos entonces, ante lo que él le respondió que aún seguía dormilado, pero que no obviase la pregunta.

La respuesta que recibió lo dejó aturdido, demasiado: ni siquiera Vengeance con su mejor golpe lo había dejado así.

-Me atraes

-...pe- ¿pero por qué? no me desagrada, pero quiero decir ¿cómo? ¿cuándo?

-Tú me devolviste la esperanza, me ayudaste a recuperar algo que creí perdido hace mucho tiempo, te vi surgir como el líder que salvó a todas las personas en esta base... eres amable y bondadoso aún si eso implica poner tu vida en juego para salvaguardar otras.

Ambos hablaban sin cuidado, puesto que la base estaba prácticamente vacía y sólo había unas pocas casas ocupadas en las capas exteriores de la misma.

-Además-continuó Tirpitz- cuando conversábamos, en ninguna ocasión me miraste con ojos de lujuria, simpre fue con comprensión y amabilidad... antes de que llegaras, los humanos casi siempre nos miraban como trozos de carne andante que podrían comer en cualquier momento, lo que acabó con algunas muertes de comandantes o suicidios de chicas.

-Entonces su relación nunca fue buena realmente

-Nein, casi siempre fue así. Hubo excepciones, pero las podría contar con los dedos de una mano... siendo sinceros es en parte por eso que detestábamos a los humanos

Un Viaje a las Estrellas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora