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Jimin envió ese último mensaje sin pensarlo, sólo lo envió, mientras seguía sentado en el suelo del baño.

-Carajo- mencionó moviéndose de ahí, justamente para salir del baño. En ese mismo instante, a penas abrió la puerta, observó la alta figura de Jungkook, justo frente a él.

El más alto observó al adverso por unos minutos que le fueron eternos a ambos. Jungkook apreciaba el bello rostro de Jimin el cual estaba rojo por la situación, igualmente la mirada del menor denotaba cierto estado de ebriedad.

-Te odio- el rubio señaló el pecho ajeno, tocándolo sin delicadeza.

-Que haces en el puto baño? - habló el pelinegro esta vez sin darle importancia al comportamiento ajeno, cosa que a jimin le molestaba aún más.

El más pequeño se quedó en silencio por unos minutos, pensando bien lo que debería hacer...o eso creía, creía que estaba pensando bien, al parecer no lo hacía ya que el siguiente acto fue un impacto para ambos, sobre todo para Jungkook.

Jimin tomó la camiseta de Jungkook justo por el cuello, a la par que lo acercaba a él mismo, así juntando sus labios por unos pequeños minutos.

-Quiero irme- dijo el más pequeño, separándose al instante de Jungkook el cual parecía una estatua, sin mirarlo a los ojos empezó a caminar cómo podía.

Jimin se dirigió fuera de la casa de Yongsun, buscando la camioneta con la mirada, y justo cuando hizo ademán de abrir la puerta, se volteó para vomitar las grandes cantidades de alcohol que había consumido.
Por otro lado, Jungkook observaba el panorama con una pequeña sonrisa plasmada en sus labios. Así mismo se acercó al menor para ayudarlo a limpiarlo y adentrarlo a la camioneta.

Todo el camino fue en un silencio sepulcral, debido a que Jimin se encontraba dormido apoyado en la ventana de la camioneta, en lo que Jungkook conducía con tranquilidad.

Al llegar a casa, el más alto tuvo que prácticamente cargar, al contrario. Una vez estuvieron en la habitación, lo acostó sin más, se quedó unos segundos observando el rostro ajeno.

Jungkook se limitaba, se contenía al querer ver por más tiempo al hermoso chico que muchas veces lo hacía dudar, el cual lo hacía perder la poca paciencia que le quedaba, le gustaba eso, le gustaba estar con él, pero no lo mostraría, porque su orgullo es más grande, más importante, y sobre todo, no podía involucrarse con Jimin, menos sabiendo quienes eran sus padres, y las cosas que conllevarían el si quiera fijarse en él.

Los sollozos de parte de Jimin hicieron que Jungkook salga de sus pensamientos, automáticamente observando al rubio que ahora estaba sentado sobre su cama, abrazando sus piernas.

-¿Qué soy, Jungkook?- dijo el menor entre sollozos, haciendo que Jungkook se estremeciera en su sitio ya que no sabía como actuar en estas circunstancias.-Es patético, patético extrañarlos cuando ellos no lo hacen, cuando ellos no me aman, estoy tan cansado de esto.

Ató cabos, Jungkook realmente estaba sorprendido en su lugar. ¿Jimin hablaba de sus padres? ¿Qué tanto sabía Jimin de sus progenitores?

-Hey...- se acercó hasta el más pequeño, sentándose justo frente a él, y con algo de lentitud, acercó su mano hasta la cabeza ajena, acariciando su cabeza con suma suavidad y delicadeza.

Sin previo aviso, Jimin abrazó a Jungkook el cual correspondió de manera inmediata. Los grandes brazos de su guardaespaldas lo envolvían perfectamente, mientras Jimin seguía llorando.

-Puedes quedarte aquí? -  mencionó sin siquiera mirarlo, y en un hilo de voz.

Jungkook iba a negarse, iba a dejarlo ahí e ir a la habitación que le correspondía, porque no era correcto, no podía quedarse ahí, pero Jimin lo hacía dudar perfectamente que al contrario sin duda le aterrorizaba pero le gustaba.

Gusto culposo.

-Estaré aquí..

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holap!! demoré un poco ya que tuve inconvenientes peeeero, regresé, esperen la siguiente parte.
disfruten!! <3

Minder  [KOOKMIN AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora