Eleanor
Hoy finalmente conocería mi madre. La tan "querida" Reina.
Albert me ha dado como unas quinientas instrucciones que yo claramente no quiero escuchar. Que el vestido esto, que mi presentación lo otro, que mi postura aquella bla bla bla. Pero me he dedicado todo el camino a mirar por la ventana. El camino a mi nuevo hogar es extraño. Es un valle vacío donde no se ve nada hasta como 20 kilómetros más allá. Y no es un castillo.
Intento no ponerme inquieta y pongo música en mis audífonos. Relajo los músculos que no sabía que tenía tensos y respiro hondo. Puede sonar dramático, pero voy a conocer a la madre que creí que no tenía después de 15 años.
Siento como Albert toma mi mano para calmarme y me sonríe. Intento sonreírle devuelta pero sale más como una mueca al estar nerviosa.
Tengo esta sensación de querer conocerla pero no. Es extraño, pero siento cierto rechazo al saber que me abandonó por voluntad propia.
—Ele, tranquila. — dice y me saco los audífonos para no parecer irrespetuosa—. Sé que conocer a tus padres es difícil pero...
—Espera, dijiste... ¿PadreS? —recalqué la S abriendo los ojos—. Porque me dijiste que conocería a mi madre no a mi padre. Si es que tengo uno.
—¿No te lo dije? Vaya, que despistado. —Rodé los ojos ¿¡Despistado!?¡Más bien desubicado!—. Si, también conocerás a tu padre. El Rey.
—¿C-CÓMO? —¡¿Reina Y Rey?! Creo que voy a morir de un infarto
—Oye, pero como te digo te tienes que calmar porque el Rey es muchísimo más relajado que ella. De hecho, él debe estar mas nervioso que tú por conocerte. —Dijo con una sonrisa orgullosa—. Él fue el único que se opuso a enviarte lejos. Pero claro que tu madre ganó la discusión. Justo como tu siempre lo haces.
Me sonrojé un poco —Si, puedo ser un poco testaruda a veces.
—¿A veces...?
—Bueno, siempre— reímos un poco. Sonreí al darme cuenta de como él intentaba calmarme.
Cuando vuelvo a mirar por la ventana estamos en un escenario totalmente distinto. El valle vacío ahora está repleto de flores, y a lo lejos se ve una estructura gigantesca que más que un castillo parece un ¿colegio?. Me enderecé en mi asiento para tratar de ver mejor. Cosa que no logré.
—¿Cómo...?—Empeñé a preguntarle a Albert
—Es una barrera mágica—Me interrumpió—. Aleja a la gente curiosa.
—Eh... Pero esto no es un ¿Colegio?
—Así que lo averiguaste —Al decir eso lo miré curiosa—. Si creíste que te ibas a alojar en el castillo estas bastante equivocada.
—¿Equivocada porqué?
—Este es tu internado. De magia. Solo visitaras a tus padres los fines de semanas. Dejaremos tus cosas e iremos al castillo.
¿Internado?¿ No era que ser princesa sería...Divertido? ¡No otro maldito internado!
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The Princess of Magic
Fantasy« — Necesitamos a una heredera Frederick. — Ya lo sé, Clarisse, es solo que... ¿Y si no sale como lo planeamos? — Yo nunca haría que algo fallara, soy la Reina de la Magia ¿Recuerdas? »