Eleanor
Luego del shock del momento, ya estábamos estacionando, por lo que nos bajamos y comenzamos nuestro camino a la entrada.
—Así que... Voy a ser la nueva. A finales de semestre. En temporada de pruebas finales.
—Más o menos...
—¿Qué significa eso?— Fruncí el ceño, esto está raro—. Yo no hice preguntas. Eso DEBE ser.
—Lo sé, es solo que—Empujó la puerta de la entrada y me dejó pasar. Yo lo seguía mirando feo—. esta no es una escuela tradicional ¿Recuerdas?¿Con la magia y toda la cosa?
—Cierto. ¿Y entonces que...?
Cuando doblamos por el primer pasillo tocó la campana y al salir todos pude ver que nadie era... normal.
Habían algunos de piel verde, otros que flotaban como yo y habían unos chicos con chaquetas de cuero, lucían aterradores.
—A esos yo no me acerco—susurré para mi misma—.
—Tendrás que hacerlo, princesa.
—¡Sh!¡No me llames así aquí! —Le hize una seña extraña. Creo que significa un no—.
—Tengo que hacerlo. Es mi protocolo.
—¡Que el protocolo se pudra!—exclamé —.
—En el Reino de la Magia no te puedo llamar de otra manera. A menos que estemos solos, y no lo estamos.
—Agh.
Mientras teníamos esta extraña conversación también avanzábamos por el pasillo. Lo extraño era que nadie me miraba extraño. A pesar de ser nueva. Y ser princesa.
—¿Ellos saben que yo soy...eso?
—Nop—Me miro y susurró—. Pero ya sabrán.
—¿Porqué...?
—SU REAL ALTEZA CLARISSE Y FREDERICK, HAN LLEGADO.
Fue en ese mismo momento en que todo el mundo se puso sobre una de sus rodillas y bajó la cabeza en signo de reverencia.
Albert también lo estaba haciendo.
¿Debería hacerlo yo también? La gente ya me estaba comenzando a mirar.
A lo que yo pensaba todo esto con cara de confusión los Reyes me miraron y abrieron grande sus ojos.
—¿Eleanor?—dijeron los dos—. ¿Hija?—dijo mi madre—.
Fue en ese momento, en que todo el mundo giró su cabeza para mirarme y corrieron a mi encuentro.
Justo antes del acto los detuve con mi palma.
—Wow, paren sus caballos—ellos me miraron extrañados—. ¿Ustedes de verdad creen que con solo verlos van a ser mis mejores amigos?
Ellos solo consiguieron mirarse entre ellos y balbucear algo inentendible.
—Pues no, pero—
—Pero nada, ustedes primero se tendrán que ganar mi confianza.
Y no se los haría nada fácil.
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The Princess of Magic
Fantasy« — Necesitamos a una heredera Frederick. — Ya lo sé, Clarisse, es solo que... ¿Y si no sale como lo planeamos? — Yo nunca haría que algo fallara, soy la Reina de la Magia ¿Recuerdas? »