PERPETUO-Fred Weasley

🎆Capítulo 6🎆

_ ¿Cómo puedes seguir viviendo? _Una sombra en la esquina de la habitación, comenzó a adquirir una forma humana y sentí un dolor en el pecho, tan grande como si me estuvieran pisando la caja torácica_ Eres la persona más egoísta que existe.

Observo la habitación desesperada, tratando de buscar algo o alguien que me ayude a respirar.

_Al menos antes pensabas en nosotros_ Las palabras, me hicieron prestar atención nuevamente a la figura que se duplicaron, aun sin rostro, sin formas concretas, solo sombras, pero no podría fingir no saber quienes son_ Tan vanidosa, egoísta y falsa. Mi pequeña no era así.

Las lagrimas como si fueran acidas, queman mis ojos y empiezan a dejarme ciega poco a poco hasta dejar de ver completamente. No intentaba gritar, solo jadeaba fuertemente intentando con mis manos salir de la cama, pero el peso en mi pecho no me permitió incorporarme ni un centímetro.  

_ Tan débil como siempre, de niña te lo perdonábamos, pero ahora... ¿cuál es tu excusa para ser una inútil cobarde? _Las suaves sabanas comenzaron a sentirse ásperas como si ya no fueran tela, se sentía mas bien como tierra, tierra húmeda_ No pudiste salvarnos ese día y no podrás salvarte tú, ni, aunque lo intentaras con todas tus fuerzas.

Pequeñas cosas comenzaron a recorrer mi cuerpo y me sacudí para sacármelas de encima, pero causo el efecto contrario en vez de bajar de mi cuerpo, subieron hasta mis hombros y rostro, metiéndose en mis orejas, nariz y al tratar de gritar, también en mi boca, impidiéndome respirar.

_ Te comerán los gusanos al igual que a nosotros_ Sentía como querían cruzar hasta mi garganta. Mis ojos no paraban de soltar lágrimas y solo podía distinguir una solitaria oscuridad_ Siempre piensas en morir y queríamos hacerte la labor más fácil.

_ Zola, despierta. Zola, levántate_ Respiro una bocanada gigantesca de aire y me encuentro sentada en mi cama. La espalda la siento completamente húmeda y me llama la atención los temblores exagerados de mis manos_ Ey ¿Qué paso?

_ No me toques_ Fue lo único que pude pronunciar cuando sentí una mano en mi hombro. Volteo a ver a la persona que tengo a un lado y la carita de mi hermana menor, aparece en mi radar con una preocupación casi alertante_ ¿Elisa, que haces aquí?

_ Vine a traerte algunos casetes de casa y como me disté una copia de la llave... No importa. ¿Estas bien? _No tengo pesadillas desde que deje de beber y esta es la primera sobria, se siente mil veces peor que cuando me encontraba ebria_ Mira tu cara, Zola. Ven levántate.

_ No quiero_ Sin esperar respuesta me recuesto en la cama, le doy la espalda a mi pequeña hermana y comienzo a llorar en silencio. Siento una amargura en la garganta y me encantaria poder tragar mi saliva para ver si consigo desacerme de ella, pero me cuesta demasiado.

_ Zola, no hagas esto...Por favor_ El peso de mi hermana baja un poco el colchón y siento sus brazos rodeándome el cuerpo. Las lagrimas salen como si una terca nube se obsesionara con quedarse en mis ojos y acompañándola unos truenos ruidosos que se transforman en mis sollozos, llenos del dolor mas intenso_ También tengo pesadillas...

No digo ninguna palabra y dejo que Elisa, la mas pequeña de mi familia y la que yo tendría que proteger, me acaricie el rostro, haciéndome sentir de 11 años nuevamente, cuando no quería salir del nido y mi madre con una maternidad innata, me consoló toda la noche antes de ir a Hogwarts.

Me siento un monton de carne inservible, que se tendria que tirar. Al pasar los minutos, siento como ella se retira y me estira el brazo derecho para que me levantase de la cama, entre quejas dejo que me guie al baño, me deja frente al gran espejo que me muestra mi decadente reflejo. Esta toma una toallita húmeda que utilizo para sacarme el maquillaje y traza suaves caricias en mi rostro para limpiarlo e inmediatamente las lagrimas nuevas le dificultan el trabajo.