A veces tienes que caer para levantarte, a veces tienen que destruirte para emerger, a veces tienen que lastimarte para hacerte fuerte, y a veces tienes que amar para odiar, sobre todo, a veces tienes que ser una principessa, para ser una regina.
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***********LLOYD***********
*********PASADO*********
Llegamos a la casa, según Alessia era pequeña, pero para mí era grande, bajamos el equipaje, y fuimos a acomodarla a la habitación, además de llenar la alacena para los días que estaríamos aquí, durante el primer día estuvimos en la playa divirtámonos y nadando comiendo sandía en trozos, hasta nos animamos a intentar hacer un castillo de arena, yo no dejaba de sorprenderme por la persona que era con ella, luego fuimos a ducharnos para quitarnos la arena e ir a la habitación.
- Te sigo notando algo pensativo, baffi, ¿todo está bien? — preguntó cuando estábamos recostados sobre la cama.
- ¿Por qué no lo estaría? — pregunté tranquilamente — te tengo a mi lado y eres lo único que necesito — ella me sonrió y me dio un corto beso para recostarse sobre mi pecho, acaricié su cabello — ¿Qué te parece si mañana tenemos una cena con velas y vino?
- Me encantaría — respondió, seguimos conversando hasta que se quedó dormida, pero yo no pude ya que mañana sería nuestro último día juntos.
A la mañana siguiente, me paré de la cama para prepararle el desayuno, quería hacer cosas que jamás había hecho antes por ninguna mujer, quería darle todo de mí a Alessia, decidí llevarle el desayuno a la cama, ella despertó feliz y me lo agradeció teniendo sexo matutino.
- Hoy estás muy complaciente — me dijo mientras observábamos el mar — ¿Qué le has hecho a mi baffi? — le sonreí.
- ¿Tu baffi? — pregunté, ella asintió, volteé hacia ella — bueno eso es cierto, tú eres la única persona que puede decir que Lloyd realmente se enamoró de ella — dije observando esos preciosos ojos más profundos y hermosos que el mar, volvió a besarme con esa dulzura que solamente Alessia tiene, estos besos me hacían sentir a mi corazón latiendo rápidamente por ella — iré a preparar la cena, y tú ve a ponerte hermosa, quiero que esta noche sea inolvidable para los dos — ella asintió y fue a cambiarse, yo me dirigí a la cocina nuevamente para sacar los raviolis con carne pre cosidos y preparar la cena, saqué de la reserva su vino tinto favorito y lo mantuve a unos ideales 14 grados, fui a ducharme y a alistarme en otra habitación porque quería sorprenderme con Alessia, le envié un mensaje diciéndole que ya la estaba esperando para cenar.
Ella llevaba puesto un delicado y fino vestido corto rojo, su estilismo me hacía recordar a la primera vez que la vi desde ese momento ella me encantó, era la mujer más hermosa que haya podido ver y siempre lo será, jalé la silla para ella, empezamos a cenar.
Observé mi reloj, cada segundo que pasaba era uno menos para nosotros, sentía un gran peso que se agrandaba en mi interior.
- Alessia — dije — hay que irnos lejos de aquí, solamente tú y yo.
