Capítulo XVII: Verdugo

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***********LLOYD***********

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*********PASADO*********

- ¿Lloyd? – preguntó débilmente Alessia despertándose mientras se apoyaba en la camilla, me levanté del sofá para acercarme a ella – ¿Qué hago aquí? – preguntó tocándose la garganta, era obvio que le dolía por el proceso de intubación que le hicieron.

-  ¿No lo recuerdas? – negó con la cabeza – tuviste una sobredosis ¿Por qué mierda hiciste algo tan estúpido? – le pregunté molesto – te creí mejor, y ni digas que fue por mí porque me enojaré más contigo.

-  ¿Crees que me importa? – preguntó con dificultad.

-  Pues sí, sino no hubieras terminado aquí, te importo, Alessia, y creo que ya es muy tarde – quise tocar su mejilla, ella me dio un manotazo, suspiré.

-  Quiero irme de aquí – dijo intentando pararse – la policía puede venir y hacer preguntas – puse mi dedo sobre su hombro para impedir que lo hiciera.

-  Yo ya me encargué todo, solo hay que esperar que el doctor te dé el alta para poder irnos, tu padre nos espera en el hotel.

-  ¿Él lo sabe?

-  Sí, y creo que te ganaste unas buenas nalgadas, pediré que te traigan el desayuno – salí para pedir el desayuno de Alessia y un doctor, recibí un mensaje de Denny pidiendo que empezara a actuar de una vez, suspiré, no quiero hacer esto, pero debo.

Estuvimos parte de la mañana en el hospital, le dieron el alta a Alessia sin hacer preguntas, volvimos al hotel, al llegar, ella tuvo una charla emotiva con su padre, él solo se culpaba por lo qué pasó, y pidió que me quedara un par de noches con ella aquí mientras limpiaba su habitación de cualquier sustancia que pueda ponerla en peligro, Fabrizzio se quedó un par de horas más pretendiendo ser el enfermero sacado de alguna estúpida película romántica, él acomodaba su almohada cada 30 minutos, solo lo observaba porque quería que se largara de una maldita vez hasta que por fin se fue.

- ¿Necesitas algo más? — pregunté mientras le extendía un vaso de agua, ella lo tomó, acaricié levemente sus dedos, alzó su mirada hacia mí, le regalé mi mejor sonrisa y le guiñé el ojo — ¿Ale? — acaricié suavemente su brazo.

- ¿Cuál es tu plan, Lloyd? — preguntó.

- Ninguno, principessa, solo estoy preocupado por ti — le dije, ella le dio un sorbo al vaso para dejarlo sobre la mesa de noche.

- No necesito nada, y cierra la puerta cuando salgas — dijo, pero lo ignoré sentándome a su lado — ¿no oíste lo que te dije?

- Estás molesta conmigo, lo sé, y tienes todo el derecho, fui un idiota al decirte esas cosas que no quise — me interrumpió.

- Por favor, no uses la típica excusa de que solo dijiste eso porque tenías miedo de enamorarte de mí, porque no te creeré.

- Es que es cierto — rodó los ojos — estoy enamorado de ti, y huí porque jamás me he enamorado de alguien, siempre he creído que soy alguien quien no tiene corazón, pero lo encontré, tú eres mi corazón y sé que estará a salvo contigo — me acerqué más a ella, puse mi mano sobre su mejilla para acariciarla, su piel se erizaba ante mi tacto, su respiración se aceleraba y sus pupilas se dilataban, sentía el poder que tenía sobre ella, y eso me encantaba, me encanta ser el que tenga el control.

DON'T CALL ME PRINCIPESSA (CON LLOYD HANSEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora