¡𝗢𝗷𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝘃𝗲𝗻~! ˢᵒᵘᵗʰ ᵖᵃʳᵏ ˣ ᵗᵘ

Pʀᴏ́ʟᴏɢᴏ

•¡𝗔𝗹𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗽𝘂𝗲𝗯𝗹𝗼!•

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𝗣𝗢𝗩 𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮𝗱𝗼𝗿

Una limosina conducía sin rumbo para la jóven hija de una familia de billonarios, ella miraba a la ventana con cierta mezcla de emociones.

Su piel era tan pálida que parecía porcelana, unos largos cabellos ondulados brillosos por los rayos del sol, igual de pálido que la pigmentación.

Los padres de aquella chica se encontraban en otras limosinas, cada miembro familiar tenía una...¿Quien no quisiera vivir ese sueño?

Cada ventaja contiene su desventaja, y la ventaja de aquella riqueza era...La soledad.

Los pocos amigos que aquella jóven conocía, los dejaba al poco tiempo...Y el único contacto que tenía con ellos era por las redes.

De repente, su limosina se paró, dejando ver una gran mansión bastante protegida, con esculturas en el camino de la entrada de pequeños angeles botando de su boca agua perfectamente pura.

-¡𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐬 𝐭𝐮 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚! ¡𝐒𝐨𝐫𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚!- Dijo aquella madre mientras abrazaba a la albina quien se veía desorientada.

-𝐌𝐚𝐦𝐚́, 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐡𝐚𝐠𝐚𝐧 𝐞𝐬𝐨...𝐌𝐞 𝐚𝐬𝐮𝐬𝐭𝐚.- Dijo la albina intentando ubicar la puerta de su mansión.

-𝐎𝐡 𝐬𝐢, 𝐥𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐜𝐚𝐫𝐢𝐧̃𝐨, 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐦𝐞 𝐭𝐞 𝐚𝐲𝐮𝐝𝐨.- Dijo aquella madre con una sonrisa mientras agarraba a su hija de los hombros y se disponía a darle un recorrido a esa grande mansión, dejando a su hija tocar algunos objetos para identificarlos.

-¿𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐧 𝐛𝐫𝐨𝐰𝐧𝐢𝐞 𝐲 𝐦𝐨𝐫𝐝𝐞𝐥𝐨𝐧?- Preguntó la albina al no escuchar ningún ruido además de los tacones de su madre.

-𝐋𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫𝐚𝐧 𝐦𝐚𝐧̃𝐚𝐧𝐚, 𝐯𝐞𝐧𝐝𝐫𝐚́𝐧 𝐞𝐧 𝐡𝐞𝐥𝐢𝐜𝐨𝐩𝐭𝐞𝐫𝐨.- Dijo la madre mientras daba el último tour...La habitación elegida para su hija.

-¡𝐓𝐚𝐝𝐚! ¡𝐓𝐮 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐡𝐚𝐛𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧! ¡𝐄𝐬 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐦𝐚́𝐬 𝐠𝐫𝐚𝐧𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨𝐫!- Dijo la madre mientras se dejaba ver una habitación con una cama gigante, una bonita ventana donde se podía ver perfectamente el paisaje, entre otra cosas refinadas, elegidas por la madre y muy pocas por la albina.

-¿𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢𝐚𝐫𝐞́ 𝐦𝐢𝐬 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐞𝐬?- Preguntó aquella jóven mientras tocaba su cama para después acostarse en esta.

-𝐂𝐚𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞 𝐮𝐧 𝐩𝐨𝐜𝐨 𝐯𝐞𝐥𝐨𝐜𝐢𝐬𝐭𝐚...𝐇𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐝𝐢𝐫𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐬𝐞𝐜𝐮𝐧𝐝𝐚𝐫𝐢𝐚, 𝐥𝐚 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝐒𝐨𝐮𝐭𝐡 𝐏𝐚𝐫𝐤.- Dijo la madre mientras juntaba sus manos con un semblante feliz.