¿Un Squawkabilly?

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El sol fulgurante ascendía desde el horizonte, dando inicio a un nuevo día. Algunos despertaban de su letargo, mientras otros regresaban a descansar pasado la noche.

En un pueblo, los vecinos iniciaban su jornada. Pero en unas cuantas casas, los rayos de sol irrumpían la habitación de una vivienda, apuntando directo al rostro descubierto de un peli-castaño, quien al sentir esa luz molestarle, abrió los ojos aun somnoliento.

Florian: Ahmmm...-Murmullo quejumbroso, tallo sus ojos queriendo deshacer ese leve picor, gira a ver su ventana, percatándose de que ya amaneció- ¿Ya es de día? Juu... Yo quería seguir durmiendo...

Perspectiva de Florian

"Ya pasaron días de que me mude a Paldea. A decir verdad, no esta nada mal esta región, yo creía que no me acostumbraría tan deprisa debido a mi poco conocimiento de la región. Pero le doy gracias a Mencía, mi peculiar vecina, por hacer de Paldea más amenos. Espero poder conocer más de esta región, ya que por el momento, me a dado buena impresión"

"¿Uh? Es cierto. Acabo de recordar que ayer mamá menciono algo de una academia en una ciudad cerca de acá, y donde claro, piensa matricularme. Espero y sea una buena escuela, ¿me pregunto si los lideres de gimnasio darán clases? Oh, lo olvide...Mencía"

Fin de perspectiva.

Florian: Es cierto...-Hizo memoria sobre aquella chica, agacho un poco la mirada, rascando con constancia su nuca- Debería decirle que hoy no podre hacerle compañía. Aunque es solo por un día, no creo que le moleste.

Dejo escapar un agotado suspiro, alzo las sabanas para proceder a levantarse y alistarse para el día de hoy.

Pasaron los minutos. Ahora el castaño vistiendo de manera casual, bajo lento pero seguro las escaleras, bostezo aun cansado mientras estiraba los brazos. Ya llegando abajo, este pudo ver a su figura materna dentro la cocina siendo acompañada por una ardilla marrón oscuro de mofletes grandes.

Florian: Buenos días, mamá-Saludaba mientras se dirigía a sentarse a la mesa, volviendo a bostezar- Buenos días, Skwovet.

Skwovet: ¡Wovet! -Regreso el saludo contento para luego seguir consumiendo unas bayas dentro una canasta-

Carmen (Su nombre desde ahora): Buenos días, hijo-Giro a verlo, dándole una dulce sonrisa- ¿Que tal estuvo tu noche?

Florian: Ah estado bien, supongo-Se sentaba aun cansado de haberse levantado-

Carmen: Si tu lo dices-Enfoco nuevamente su atención en la cocina, todavía estaba cocinando- El desayuno estará listo dentro de poco, así que espera unos minutos más, ¿vale?

Ella tan solo pudo escuchar un simple "si" de parte del castaño, quien observaba hambriento a Skwovet comer y parecer que nunca se llena. Pronto el silencio hizo presencia, ninguno de los presentes decía alguna palabra, y claro, a la mayor eso no le agradaba demasiado.

Busco algún tema para que pudiesen hablar. De esa búsqueda, surgió una duda a su cabeza, y decidió darla a conocer a su hijo.

Carmen: Dime hijo-Obtuvo al instante la atención del castaño, quien solo la veía expectante- Ya pasaron varios días desde nuestra mudanza, y me gustaría saber. ¿Te haz sentido cómodo con "todo esto"? O ¿Aun tienes esa sensación de que se te dificulta acostumbrate? Necesito saber lo que piensa mi querido hijito de esto, que después me preocupo si no te sientes como en casa...

3 Caminos a elegir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora