De Regreso a Mí

02

 
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Llegó el día de abordar en el barco, el cual debia ir hasta la otra costa del río para llegar a Hamunaptra. Por el momento, ambos hermanos esperaban al de risos.

Aun con todo lo que tuvo que hacer para que lo liberen, Javier empezo a preguntarse si fue una buena desición, teniendo una inquietud debido a que él tipo estuvo en prisión y no tenía un buen temperamento, ya que ¡lo beso! y sin su consentimiento. Atrevido.

Comentaba eso con su hermano, cuando atrás de ellos aparecio el castaño con una apariencia completamente diferente.

El cabello que antes estaba todo enredado y alborotado fue cortado y peinado, mientras lucia una camisa con pantalones cafés y botas. Una imágen seductora ante los ojos de cualquiera, incluso para Javier que lo observo incrédulo.

_Buenos días_.

_¿Qué tal amigo?_ Habló Hirving dando un leve empujón al castaño a modo de saludo.

Era graciosa la escena debido a que como ambos hermanos eran de baja y el de rulo bastante alto, era notoria dicha diferencia de altura.

_Buenas, eh ...disculpa por el golpe.

_Ah, no te preocupes me pasa todo el tiempo.

Ochoa sacó su billetera para tratar de pagar a Hirving por el viaje, aunque este no quiso recibirlo ya que eran "socios". Guillermo conto sobre la mala confianza que daba el lugar de
Hamunaptra y como traía la perdición de cada persona que pasaba por ahí.

Al terminar subio su maleta y una de cada hermano, quienes se le quedaron viendo, siendo Hirving quien suspiro fuertemente.

_Vaya, parece el sueño de todo ser en la tierra_. Miro a su hermano quien lo vio con una ceja en alto._ ¿Qué? Es un buen partido, si tu no te lo quedas yo estoy acá.

Colocandose su sobrero, ambos agarraron sus bajilas, pero escucharon una voz que los lleno de asco.

_Hermosa mañana no lo creen amigos_. Llego un señor mayor de maneras confiada, era el director de la prisión, aquel argentino tan irritable.

_Ay no, ¿Qué hace usted aquí?_ Dijo molesto Javier.

_Querido, vengo a cuidar mi parte de la ganancia_. Habló mientras subia al barco.

Ambos hermanos se miraron entre sí con disgusto, será un viaje largo.

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Dentro del barco se oía a un grupo de extranjeros de diferentes países hablar mientras jugaban al poker junto a Hirving que se unio a su jugada de apuestas.

_¡Hey Ochoa! ¿Juegas a apostar?_ Le habló uno de ellos.

_Lo siento señores, pero nunaca apuesto dinero, solo mi vida.

_Chale, pues si te animas ahí apostamos 500 a quien logre llegar primero a Hamunaptra_

_¿Con quién apostaron?

_Él_. Dijeron todos señalando con la cabeza hacia Hirving. Claro que Ochoa lo miro con molestía.

_¿Y qué les hace creer que llegaran?

_Pues tenemos alguien que ya estuvo ahí_. Habló uno con un acento algo forzado al español.

_¿Qué curioso que lo digas, ya que mi amigo Ochoa tam-_. Fue callado con un golpe de la balija que le dio el risado al tratar de "acomodarselo".