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-¡Vaya que los milagros si existen!-Exclamó Yoongi, viendo al más alto más renovado que nunca.

-No pensé encontrarlo en la puerta de mi apartamento.-Sonrió recordando al omega y sintió su cuerpo cosquillear- Él siempre logra ponerme de buenas...

-Se nota. Hoy no tienes cara de querer despedir a todos-Dijo golpeando su hombro de una manera amistosa.- Este es el Kim Namjoon que yo conozco ¡Voy a pedirle de que por favor te visite a diario!-Bromeó.

-Es un omega precioso, fuera de la intimidad.-Suspiró- Pero...aún así, él me hace recordar a Suyeon-La sonrisa decayó al instante en una nostálgica.

-La sinvergüenza hasta ahora no se atreve a darte la cara.-Min frunció el ceño- Odio que esa descarada lleve mi apellido.

El moreno perdió su vista hacia una de sus repisas en donde aún mantenía una foto con la omega. Aquel cuadro era lo único que conservaba de ella y atesoraba con el cariño que aún le sentía.

-¡Te he dicho que botes esa foto! ¡Esa maldita no debería ni siquiera estar en tus pensamientos!

Antes de que Min agarrara el cuadro, la puerta sonó, a lo que Namjoon accedió dejar pasar a aquella persona.

-¡¿Jimin?!-El pálido lo miró confundido y a la vez algo entusiasmado.

-¿Empleado Park, pasó algo?

-Chef Kim, ¿Podría prestarme un rato a Min Yoongi, porfavor?

Yoongi nisiquiera esperó su aprobación y salió detrás de su novio, cerrando la puerta del despacho al salir.

Namjoon suspiró suave al recordar a su bella ex-pareja , sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos por el recuerdo del dulce aroma de su Jinnie, junto a esos jugosos labios y ese cuerpo tentador.

Su mente varió un poco, al imaginar al castaño frente a su escritorio con un atuendo bastante atrevido mientras lo miraba con esos bonitos ojos destellantes. El omega se recostaba sobre este y jugaba con los documentos que tenía sobre la mesa. Tosió un poco al ver que aquella silueta iba a ocasionarle una erección si seguía contemplándola de esa manera.

Se reincorporó en su silla, relajándose y dejando su mente en blanco para continuar revisando parte de los documentos que Jennie le había entregado ayer. Frunció el ceño, agotado por el estrés y cansancio  que le recordaba que la vida no se lo estaba dejando fácil. Su hermana reclamaba en especial el segundo piso de Fantasy, pues tenía una bonita vista de la ciudad. Debía negociar bien y convencerla de elegir el almacén a espaldas del restaurante o en todo caso, podría monetizar su parte de la herencia. Esa era la única opción, pero sabía que quizá terminaría sin ninguna moneda en los bolsillos.

Suspiró sacando un poco de vino que tenía en un cajón. El bonito omega volvió a su mente, ahora mismo le extrañaba un poco, pues el color del vino le hacía recordar los rojos que se veían sus labios hinchados después del sexo con él. No obstante, una ola de emociones regresó al recordar la marca en el cuello contrario. Pues Jin ocultaba una marca de posesión con maquillaje; además, sus pechos derramaban exquisita leche, característico de un omega que ha dado a luz recientemente.

Sus deducciones iban más allá que su preocupación por quedarse con Fantasy. Jin podría ser un omega infiel, que deja a su pequeño cachorro en casa para ir a prostituirse mientras "su alfa" no esta. En todo caso Jin y Suyeon eran iguales.

Su cuerpo tembló con solo pensar aquello y no supo porqué. Decidió que necesitaba despejar su mente o sino terminaría la botella de vino en unas cuantas copas.

Salió de su despacho y continuó con sus labores en la cocina; ser chef no era un trabajo tan fácil, por otro lado, cocinar iba más allá de un simple oficio, era una de sus pasiones.

Wanna taste you ✦ NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora