02.- Missa-Spreen.

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Realeza AU!

Missa: Príncipe real.

Spreen: Caballero imperial.

Pedido por leo_valle89

Espero sea lo que pedías :D!

[***]

El imperio era grande. Fuerte. Aun cuando parecían débiles. Missa había aprendido por su padre Alka y su madre Mayichi que a veces debía de no mostrar su verdadera naturaleza.

Missa era un príncipe dulce y sonriente que siempre estaba para escuchar al pueblo.

Pero, no todo en la actitud de Missa era real.

—Su majestad...—escucho Missa a Spreen. Missa suspiro mientras se sobaba las sienes.

—¿Qué ocurre Spreen? —cuestionó.

—¿Esta seguro que está bien? Parece agotado...—la preocupación en su voz era latente.

Missa sonrió. —Estoy bien. No te preocupes. Lidiar con los nobles que creen que no tengo idea de nada, no es algo nuevo. Es parte del plan. —dijo con dulzura y beso suavemente los labios del caballero.

—Está bien...—ambos guardaron silencio y se alejaron cuando una criada se acercó.

—Su majestad, el emperador lo solicita en su despacho para hablar con usted de un asunto importante. —dijo la mujer con calma.

Missa asintió. —Voy ya mismo, vamos Spreen. —dijo.

Spreen asintió y, como un chico obediente, siguió a su amo.

La criada hizo una reverencia y Spreen observó a su señor.

Llevaba sirviéndole desde que el príncipe cumplió 12 años y sufrió su primer ataque. Spreen había estado cerca y se encargó de acabar con las personas. En ese momento, Missa lo compenso volviéndolo su caballero real.

Y después de que hubiera ocurrido ese ataque ningún otro se presentó. Y Spreen había ganado su fama, la mayoría de los caballeros y mercenarios le temían, porque cualquier persona que se acercara para dañar al príncipe, terminaba muriendo.

—Espérame aquí Spreen, entraré yo a hablar con mi padre, si puedes llamar a Nia y decirle que quiero té y galletas para mí habitación...—informó Missa a Spreen, asintió mientras hacía iba reverencia y se retiró de frente del príncipe.

Missa entro a la oficina de su padre y lo observó. El rey Alka era bien conocido por su amor a sus hijos. Según los nobles esto no era una desventaja para el reino, pues todos sus hijos eran fuertes, excepto uno: Missa.

El primogénito era Barca, le seguía Natalan, Roier, Orión y por último Missa.

Sus cuatro hermanos mayores eran buenísimos en muchas cosas, pero incluso en las paredes más cerradas del castillo había secretos, y Missa guardaba el suyo con recelo.

—Buenas tardes, padre...—comentó Missa mientras se inclinaba hacia el rey.

Su padre sonrió mientras le señalaba la silla para que tomara asiento. Missa tomo asiento.

—¿Qué es lo que tienes para decirme hoy Missa? —cuestiono su padre. La sonrisa dulce en Missa cambio a una llena de diversión.

—Me enteré...que el pequeño lord Rubius está a punto de volverse el duque...ya sabes que el padre de este acaba de morir por envenenamiento...además, la duquesa Aroia pronto vendrá a la capital, recomiendo que la hospedemos en una casa real, para poder hacerla sentir que es importante para nosotros, podríamos acceder a las minas del este si tenemos una buena relación con ella. —dijo con calma, mientras le sonreía a su padre.

One Shots-Team Vacío Legal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora