Capítulo XXIV

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     Syria despertó sobresaltada a medianoche en su habitación sintiendo una fuerte perturbación al tocarse el pecho, por lo que corrió al aposento contiguo para comprobar el estado de Bubba

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     Syria despertó sobresaltada a medianoche en su habitación sintiendo una fuerte perturbación al tocarse el pecho, por lo que corrió al aposento contiguo para comprobar el estado de Bubba. Se tranquilizó al verlo dormido, sano y salvo, pero la preocupación aún rondaba en su mente cuando volvió al dormitorio de la posada que ambos arrendaron. La xeroniana se dijo a sí misma. 

—«Algo terrible acaba de suceder, muchos gritos, fuego y destrucción. El enemigo está muy cerca, así que saldremos temprano a primera hora». 

     Al despuntar el frío sol austral, los jóvenes retomaron la senda donde cada vez más se acercaban a su objetivo, no obstante, Bubba notó que su compañera no era la misma que la tarde anterior narró su vida al verla seria y nerviosa. 

—¿Syria, qué te sucede? Amaneciste algo extraña hoy, ¿hice o dije algo que te haya ofendido? 

     La joven se detuvo pensando en que Bubba no merecía recibir tan drástico cambio, por lo que explicó su situación. 

—No, Bubba, no tienes culpa de nada. Anoche desperté alterada porque experimenté una sensación de premonición o de algo que estaba aconteciendo. Era como si muchas personas eran aniquiladas pidiendo ayuda en vano. Fui a ver a tu habitación y felizmente observé que dormías plácidamente; sin embargo, no pude pernoctar bien el resto de la noche al pensar en aquello que sentí. 

—Tú tienes la energía cósmica mejor desarrollada que yo, puesto que no es ansiedad por lo que estamos viviendo, sino que algo horrible pasó y fuiste capaz de distinguirlo. El enemigo nos acecha y en cualquier momento caerá sobre nosotros. 

—Eso mismo pienso, por eso es perentorio continuar raudamente ya que Cyrania está a escasos kilómetros sólo separándonos el cerro McKay. Tú debes llegar a como dé lugar a la fortaleza, del resto me encargo yo. 

—Yo también puedo pelear. No te dejaré sola en esto. 

—Agradezco tu nobleza, pero el objetivo es primordial, así que como xeroniana de los nueve, mi obligación es protegerte contra todo ataque enemigo. Ahora no perdamos el tiempo y sigamos adelante. 

     Los jóvenes encendieron su energía cósmica y corrieron sobrehumanamente a través de los campos patagónicos durante varios kilómetros. Cerca del mediodía, arribaron a un viejo poblado observando que todos los habitantes hacían abandono de sus hogares. Bubba preguntó a un hombre cercano para entender la situación. 

—Disculpe, señor, ¿por qué huyen todos? 

—¿Acaso no lo saben? Anoche el ejército de Daemon Kahn atacó y destruyó el Puerto del Ángel arrasando con todo a su paso, así es que, si ustedes valoran su vida, deberían largarse de aquí cuanto antes. 

     El hombre dejó a los jóvenes para reunirse con su familia. 

—Entonces eso fue lo que sentiste en la madrugada Syria. 

LOS XERONIANOS DEL UNIVERSO - LIBRO I EL GUERRERO DEL SOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora