━Usted dibuja precioso, señor Sunghoon.
Cuando los motores del mejor crucero de Corea del Sur se ponen en marcha, dos corazones se encuentran de manera inesperada.
" 𝑆𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛
𝑔𝑟�...
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◝────⊰·MUNDO NUEVO·⊱────◜
(capítulo largo; +3500 palabras)
Ya el 3er día del crucero comenzaba bien: Eveline despertó sola, en la gran cama de su suite, arropada, sola.
Abriendo sus ojos suavemente, dejando ver su color detrás de aquellas claras pestañas, pudo visualizar el techo de su suite. Removiéndose lentamente, las sábanas calientes fueron abandonándola en algunas partes de su cuerpo.
Un bostezo salió de sus labios limpios.
El lugar a su lado estaba solo, vacío, frío. Heeseung no había estado con ella en toda la noche. Y las mantas lisas allí fueron prueba de aquello.
Las aves sonando llamaron su atención. Recostándose de lado observando la ventana, sonrió suavemente. Estaba teniendo una mañana bastante tranquila en su recién despertar, y lo adoraba.
Levántandose perezosamente, la joven abandonó su cama matrimonial llevando sus ojos hacia la habitación entera. Y justo cuando estaba a punto de salir para ir al baño de su suite, una de sus criadas entró, sorprendiéndose al verla levantada. "¡Oh, lo lamento, señorita Eveline!": Chilló avergonzada, a la vez que ofrecía varias reverencias respetuosas.
La pelirroja sonrió negando con la cabeza. "Tranquila": susurró llevando una de sus manos hacia los cabellos de su criada, acomodándolos debido a que los había notado revueltos. La menor entre ambas sonrió avergonzada debido al toque de la otra, referenciando hacia esta nuevamente.
Eveline comenzó su día yendo al baño para ser duchada, como siempre. Luego a su recamara para ser cambiada y maquillada, como siempre, y luego, junto a unas de sus damas ir hacia el gran comedor en búsqueda de un buen, nutritivo y balanceado desayuno. Eso era así siempre, pero su tercer día simplemente no quiso, y no lo hizo...
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Los rayos del sol de la mañana brillaban en sus rojizos risos sueltos.
