━━━━ ﹙ vigilante shit ﹚
en donde ophelia baratheon
decide aliarse con los stark
para recuperar el trono de
hierro y vengar la traición
de los lannister.
ophelia baratheon story
robb stark x fem oc
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un compromiso
CUANDO OPHELIA SUPO LA NOTICIA, corrió a los aposentos de Robert y le exigió explicaciones de una forma bastante brusca, lo que provocó que discutieran a gritos. Ella estaba completamente negada a aceptar las órdenes que él le daba, y él no estaba dispuesto a aceptar un no por respuesta.
— ¡Eres un maldito mentiroso! — Gritó ella, desprendiendo furia por sus ojos. La luz del día le daba de lleno en la cara, y desde ese ángulo, sus ojos eran tan azules como los de Robert —, ¡me dijiste que esto no pasaría!, ¡lo prometiste!.
— ¡Tú me obligaste a hacer esto! — Bramó Robert, señalandola con un dedo acusador —. ¡Nada de esto hubiera pasado si te hubieras comportado como una dama!.
La castaña lo observó completamente ofendida, sintiendo como la ira comenzaba a brotar de sus poros. Tuvo que contenerse para no lanzarse sobre Robert y golpearlo hasta el cansancio.
— ¿Si yo me hubiera comportado como una dama? — Cuestionó, mientras una sonrisa cínica se dibujaba en su rostro —. ¡Tú me convertiste en lo que soy ahora, eres tú quien puso una espada en mi mano desde que tengo uso de razón!, y aún así, ¿te atreves a decir que es mi culpa no ser una dama?.
— ¡Sabes perfectamente que no hablo de eso! — El rostro del mayor comenzaba a ponerse rojo por lo enojado que estaba —. Deberías agradecer que el chico Stark te quiera como esposa, todo Poniente sabe bien que ya no eres doncella.
— Entonces es eso — Bajó el tono de su voz —. Es por Mason.
— Claro que es por ese maldito prostituto, lo sabes bien, y aún así estás orgullosa de haberle entregado tu virtud como si fueras una cualquiera.
Una furia interminable recorrió sus venas luego de lo que su hermano acababa de decir; no sólo había arreglado un compromiso sin que ella se enterara, sino que tenía la decencia de insultarla y restarle valor llamándola puta de una forma discreta, como si ella no fuera a notarlo.
— ¿Por qué debería sentirme avergonzada?, soy una mujer libre, no le pertenezco a nadie — Se acercó un par de pasos y lo observó sin sentimiento alguno —. Además, no soy yo quien deshonra a su esposa calentando su lecho con prostitutas todas las noches.
Plaf, la mano de Robert chocó con su mejilla de forma repentina, haciendo que Ophelia girara su rostro. La chica llevó su mano al lugar del golpe, sintiendo como le ardía. Robert la observó perplejo, sorprendido con lo que el mismo acababa de hacer, sin embargo, volvió a tener una expresión seria en cuanto su hermana lo miró a los ojos.
— Te casarás con Robb Stark, y no pienso volver a discutirlo.
Ophelia dió la vuelta, abandonó la habitación y corrió escaleras abajo, sintiendo como su mejilla ardía y las lágrimas se acumulaban en sus ojos por la humillación.
Era su hermana, su única hermana, le había prometido protegerla cientos de veces, y ahora planeaba deshacerse de ella en cuanto pisara el altar. Una lágrima silenciosa bajó por su rostro.
Caminaba mirando el suelo, evitando que las personas a su alrededor notaran el estado en el que se encontraba, cuando chocó con alguien; sintió como la tomaban con fuerza del brazo, evitando que cayera al suelo.
— Lo siento mucho, mi Lady, ¿se encuentra bien?.
Ophelia levantó la mirada, y se encontró con los ojos cansados pero brillantes de Robb Stark, detrás de él, Theon Greyjoy y Jon Snow la observaban algo confundidos.
— Estoy bien, lo siento, no vi por dónde caminaba — Contestó tranquila, separándose despacio del agarre del norteño.
— ¿Estás segura?, tu rostro no dice lo mismo — Dijo Greyjoy con el mismo tono de voz egocéntrico que usaba siempre. Ophelia se pasó las manos por sus ojos llorosos.
— Estoy bien — Repitió, con un tono más autoritario —. No tienen nada de que preocuparse.
Robb compartió una mirada con Jon que ella no supo descifrar, y luego volvió a mirarla a los ojos.
— De todas formas, me gustaría hablar a solas con usted un momento, ¿es posible?.
Ella lo pensó por un breve segundo para luego asentir. Robb estiró un brazo en su dirección y ella lo tomó, para empezar a caminar a la par. La castaña evitó mirar al Stark a los ojos, hasta que llegaron a un lugar en donde no había nadie alrededor; Robb se separó de ella, y quedaron frente a frente.
— Supongo que ya lo sabe.
— ¿Sobre nuestro compromiso? — Él asintió —. Así es — Contestó, mirando como la nieve caía lentamente, brillando —. Siento si no luzco muy entusiasmada, hubiera preferido que las cosas se dieran de otra manera.
Lejos de enojarse como ella había creído, Robb le dió una sonrisa reconfortante.
— Lo entiendo perfectamente, yo hubiera preferido lo mismo — Habló con un tono de voz dulce, y Ophelia se sintió en paz por un momento —. Pero quiero que sepa que no tiene nada que temer, mi Lady, daré todo de mí para ser un buen esposo.
Ella dirigió sus ojos hacia él, y cuando lo vió, impecable bajo las nieves de verano, con su cabello castaño rojizo y sus ojos brillantes, se preguntó si querer a Robb Stark sería tan difícil como ella imaginaba.
— Me alegra escuchar eso — Dijo con sinceridad.
Él sonrió — ¿Puedo preguntarle algo, mi Lady? — Ophelia asintió despacio, y se quedó quieta cuando sintió como la mano derecha del chico tocaba su mejilla golpeada —. ¿Quién lo hizo?.
— No creo que importe — Respondió, sin moverse. El tacto del joven le resultaba cálido.
— A mí me importa — Dijo él rápidamente —. Somos prometidos, y cuando usted acabe con sus asuntos en la capital y vuelva al norte, estaremos unidos por algo mucho más fuerte que una promesa entre nuestras familias — Acarició su mejilla de forma delicada con su pulgar, y ella cerró los ojos, sintiéndose débil —. Dígame, por favor.
— Mi hermano y yo discutimos, nos dijimos cosas horribles — Susurró, abriendo los ojos —. Dime, Robb, ¿en verdad deseas casarte conmigo?.
Él contestó sin dudarlo.
— No nos conocemos mucho, pero me encantaría poder hacerlo, mi Lady — Quitó su mano de su rostro, y Ophelia volvió a sentir que el viento frío le pegaba en la cara —. Sería un honor para mí casarme con usted.
— ¿Puedo pedirte algo?.
— Lo que sea.
— Llámame Ophelia, no soporto que se dirigan a mí como mi Lady.
— Como desee, m- Ophelia.
Ella mordió su lengua, y una risa traicionera se le escapó mientras Robb Stark sonreía avergonzado. El chico Stark le brindaba una paz extraña, y Ophelia sintió que podría acostumbrarse a aquello.