Mil Estrellas (Jennie & Tú)

Cada final... es un nuevo comienzo

Un mes, era el tiempo que había transcurrido desde que _____ había regresado a su casa, lo primero que hizo fue arreglar sus papeles, volver a obtener sus identificaciones personales y solicitar una vez más su visa y pasaporte. Después de eso, se dedicó a buscar trabajo, afortunadamente su tía tenía contactos en una pequeña preparatoria en Londres, en donde le dieron trabajo como maestro de arte de lunes a viernes, mientras que los fines de semana los utilizaba para seguir realizando sus dibujos de sombras, los cuales podía vender en su pequeño Bibury.

Hablaba con sus amigos todos los días, ellos no mencionaron a Jennie, ya que se imaginaron que ella aún no había llegado con él, ya que en ninguna de sus platicas la había mencionado, y no querían darle falsas esperanzas, quizás, ella se arrepintió y había regresado a vivir a Los Ángeles.

Yeo Jin Goo: ¿qué tal tus alumnos?

Kim Yoo Jung: espero que no te haya tocado alguno tan desesperante como Yeo Jin Goo.

Yeo Jin Goo: o a alguien tan loca como ella.

_____: son tranquilos, al menos lo son más que ustedes dos... es agradable hablar en mi idioma todo el tiempo, aunque en ocasiones llegó a decir algunas palabras en coreano y se me quedan observando de una forma muy extraña.

Kim Yoo Jung: nosotros estamos aprendiendo inglés para cuando vayamos a verte.

_____: ¿de verdad?

Yeo Jin Goo: Yes, of course... eso es todo.

_____ no pudo evitar reír, siempre se alegraba mucho cuando hablaba con sus amigos, les contaba sobre cómo le había ido en sus primeros días, en como tuvo que volver a acostumbrarse a vivir nuevamente ahí, pero, sobre todo, lo feliz que estaba de estar de nuevo en su hogar, con la poca familia que aún le quedaba viviendo en ese pequeño lugar.

Kim Yoo Jung: pronto nos darán nuestro pasaporte, mientras tanto empezaremos a ahorrar para poder viajar.

_____: y yo los estaré esperando... me tengo que ir, debo terminar algunas cosas e ir de compras, no tengo víveres para la semana, hablamos después... los quiero.

Yeo Jin Goo: y nosotros a ti, cuídate.

Cuando ____ terminó la llamada con sus amigos, se dirigió a la cocina, reviso que era lo que le hacía falta, tomo algunas bolsas, guardo las llaves en su bolsillo y abrió la puerta para salir. Pero, quedó impresionado al ver que del otro lado se encontraba Jennie, quien tenía una mano levantada con la intención de tocar la puerta, mientras que, en su otro brazo, se encontraba cargando a un pequeño perro y detrás de ella había una enorme maleta.

_____: ¿Jennie?

Jennie: ¿sabes todo lo que me costó poder encontrar tu casa?

_____: ¿qué haces aquí?

Jennie: estoy aquí porque no quiero perderte, no quiero que existan más despedidas entre nosotros, estoy aquí porque quiero estar a tu lado, no me importa si es en este hermoso lugar o si estamos encerrados en un pequeño departamento. Yo quiero estar contigo, quiero que seas tú la última persona a quien vea antes de dormir y la primera que vea al despertar. Quiero que sea tu mano la que sostiene la mía, que veamos estrellas juntos porque eso es lo que me hace feliz... tú me haces feliz.

_____: tú también me haces feliz a mí, lo soy desde aquella noche que te conocí, lo soy desde que te vi con mi sudadera puesta, cuando te escuché reír por primera vez... tú eres todo lo que necesito para estar bien.

Sin perder más tiempo, se acercó a ella, puso su mano en la nuca de Jennie y borró la distancia para poder besarla, ella amaba sus besos, no eran impacientes, eran lentos y los disfrutaba como nunca en su vida lo había hecho con alguien más. Tuvieron que separarse al escuchar al pequeño perro gruñir.