06

819 63 10
                                    

Los días habían pasado tan rápido... Ella estaba quieta.

¿Cómo explicarlo? No era capaz de mirarme a los ojos, no era capaz de mirar siquiera la puerta por la que trato de huir la primera vez.

Cada noche se retorcía entre sueños, cada noche despertaba temblando ¿tanto le afecto la muerte de un extraño? Ella era tan inocente.

Ella solía ser muchas cosas.

Ya no huía de mi tacto, se quedaba quieta, logré sentir como se tensaba con tan solo mi presencia.
Mas no trató de alejarse nuevamente, me causaba mucha satisfacción lo controlada que estaba.

Pero aún me molestaba que evitará mirarme, ¿nunca vió cuanto amé sus ojos? Eran tan brillantes, tan llenos de la dulzura de su corazón.

Ya no se revolvía cuando la desnudaba para ducharla, pero aún así podía notar el miedo que sentía cada vez que la tocaba o miraba.

Temblaba bastante cuando tallaba su cuerpo, podía ver sus ganas de romper en llanto mas no lo entendía del todo ¿por qué siempre parecía tan tensa? ¿yo tallaba muy fuerte su cuerpo o solo me temía?

Recuerdo que me empezó a gustar la idea de marcar su piel.
Quería que viera su cuerpo desnudo y sintiera mi presencia.

Durante las noches no solo la abrazaba, solía acariciar su cuerpo, observe claramente cómo cerraba sus ojitos con fuerza.
Parecía que quería huir del momento, llegó un punto donde simplemente quería dejar en claro mis sentimientos por ella.
Necesitaba que entendiera porque la tocaba de esa manera.

"Hunter... Por favor, por favor, para." Susurro esa vez mientras acariciaba su cuerpo, estaba realmente molesto.

"¿Por qué? ¿Sigue molestándote qué te toque?"

"Me da miedo."

Finalmente se había roto todo aquello que impedía que hablará antes, todo aquello que impedía que llorará se fue.

"Hey... Vamos, no te estoy lastimando."

"Me da mucho miedo, solo... Solo detente, por favor."

Estaba rogando para no ser tocada por mí.

Estaba molesto y honestamente, me sentí decepcionado.

Ella veía la rabia que estaba acumulando, ella sabía que yo podía hacerle daño si continuaba, me miraba con tanto miedo... Era cómo un animal recién capturado.

Me abrazó con fuerza, no paraba de llorar, se aferró a mí, quizás porque era la única persona que podría abrazar.

Buscaba consuelo en mí, aún cuando me temía.

"TN, eres todo lo que he querido y todo lo que tengo, ¿cómo podría hacerte daño? Yo solo... Necesito mantenerte asalvo de Belos." "¿Tienes una idea de cuánto te amo? Mis caricias... No son para dañarte, quiero mostrarte cuanto puedo quererte."

No dijo nada esa vez, permitió cada una de mis caricias mientras se aferraba a mí.

Pude deleitarme con los pequeños gemidos que salían de su garganta, su cuerpo reaccionó a mí, pero ¿su mente lo hizo también?

Al día siguiente, mi camiseta estaba empapada por sus lágrimas.
Mire su rostro lleno de los restos del llanto de la noche anterior y una punzada de dolor atravesó mi corazón.
Me sentía satisfecho, pero aún así ella estaba sufriendo y lo sabía perfectamente mas fui incapaz de comprenderlo.

Vi cada marca, cada arañazo, cada herida y cada chupetón que dejé esa noche gracias al deseo.

Ella aún seguía dormida, con sus ojos hinchados y sus labios con la herida que deje días antes al golpear con fuerza esa carita.

La lastime de tantas formas y aún me resulta imposible encontrar arrepentimiento por lo que hice.

Calme la sed que sentía por su cuerpo, calme mi furia con sus besos, mis manos ansiosas recorrieron cada pequeño trozo de su piel y mis labios besaron su alma aquella vez.

Fue de mis mejores noches, pero ¿lo disfruto tanto cómo yo?

No lo sabía.

Nunca lo sabría, pues ella no me lo diría.

Una misión fallida. {Hunter x tn} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora