Felix fue a verificar todo como había dicho Hyunjin y todo estaba en perfecto estado, incluso su amado santuario.
Cuando vio el gran lienzo que había captado su atención desde el principió, intento descubrirlo, pero una llamada lo interrumpió.
—¿Si?
—¿Felix? Soy Chris.
—Ah, Chris, ¿Pasa algo? —pregunto extrañado.
—Es Hyunjin, se está muriendo.
El teléfono del chico cayó al suelo y salió corriendo de la casa no sin antes cerrarla rápidamente y tomar un taxi.
Su corazón estaba acelerado, tenía que llegar a despedirse de Hyunjin al menos, pero por la lluvia los autos no se movían.
—Lo siento, aquí me bajo. —dijo y le dio unos billetes al taxista para salir corriendo.
El hospital ya no estaba tan lejos y corrió lo más rápido que pudo hasta llegar de nuevo a la habitación de Hyunjin donde fuera de ella estaban todos sus amigos.
Cuando llegó busco con la mirada respuestas y Christopher negó con la cabeza.
Felix entendió y cayó al suelo de rodillas llorando.
Jisung iba a abrazarlo, pero este se levantó de golpe y entró a la habitación antes de que se llevarán el cuerpo para aferrarse a el.
—Hyunjin... no me dejes, sin ti, tocar el violín ya no tiene ningún sentido. Te tengo una sorpresa más tarde, no puedes estar muerto, por favor...
Los demás chicos afuera solo podían mirar a Felix desconsolado, no podían hacer nada, no podían decir nada. Sólo podían esperar a que él asimilara lo que pasó.
Minutos después se llevaron el cuerpo del pintor a la morgue y después, al día siguiente fue su funeral.
El violinista esta vez no lloró, pero antes de que bajaran el ataúd para ser enterrado se aferró a el, incluso Jisung tuvo que desprenderlo.
—¿Lee Felix? —le preguntó un hombre mayor.
—Si, soy yo.
—Necesito que me acompañe a la notaria, el joven Hwang le dejó unos mensajes y una herencia.
—¿A mí?
El hombre asintió y Felix fue con el, pero no solo, sino con todos sus amigos, incluidos los de Hyunjin.
«Yo Hwang Hyunjin, hago este testamento para asegurar que se le entrega algunas cosas a mis seres queridos, especialmente a mi amado Felix, le he dejado una carta, las llaves de mi casa y de la vitrina donde esta el violín que le regalé, y otra cosa que después de que mi notario lea su carta quiero que le entregue.» recitó el hombre y después saco un sobre y de ahí otro papel.
«Felix, nunca te lo dije, pero cuando me acerque contigo no esperaba que mis sentimientos por tí se hicieran más fuertes, al principio solo quería que fuéramos amigos para que no sufrieras tanto mi partida, te dije que sabía que me quedaba poco tiempo, pero fue inevitable todo lo que pasó, ame pasar mis últimos tres meses de vida contigo, te agradezco que hayas correspondido mis sentimientos y también tal vez si no tuve la oportunidad de decírtelo en vida, te lo diré por este medio. Te amo, mi ángel, no renuncies a tus sueños por mi, por qué cada que toques el violín te acordarás de mi, viviré en tu música toda la vida que te queda, jamás me voy a ir de tu lado.»
Los ojos de Felix volvieron a llenarse de lágrimas y su llanto fue desgarrador para Jisung.
«Otra cosa más, aparte un lugar para ti en la exposición, quiero que vayas, el gran lienzo que tenía en mi santuario esta ahí, pude terminarlo antes de caer hospitalizado y quiero que vayas a verlo, Christopher estas a cargo de cuidar a lo más preciado de mi vida, como también de la exposición, gracias por ser mis amigos a todos, Felix quiero que te quedes con mi casa, mi santuario es tuyo.»
ESTÁS LEYENDO
El Violinista Que Lloró
FanfictionEn medio de una gran presentación de violín para ese chico de la nada empezó a llorar y nadie sabía porque, los testigos detrás de sus lágrimas solo son el, su violín y un pintor