Capitulo IV

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Me despierto y enseguida noto un rayo de sol en la cara, me subo la manta por encima de la cabeza pero noto como mi madre me la quita y me mira con una sonrisa.
— ¿Cómo has dormido? — me pregunta.

— Bueno, teniendo en cuenta que estoy en un sofá y que solo he dormido unas 5 horas, se podría decir que bien — le digo.

Ella suelta una risita pequeña y niega un poco con la cabeza.

— Bueno, ve a cambiarte, baja, desayuna y ve al instituto que ya es un poco tarde — me dice plegando la manta.

— Vale — bufo y me levanto del sofá dirigiéndome a las escaleras.

Cuando estoy a punto de entrar en mi habitación veo la puerta de Jacob entreabierta, me quedo mirando unos segundos más de los necesarios la puerta y entonces le veo aparecer, sin camiseta, solo con los pantalones largos de algodón con cuadros rojos que usa como pijama, y no es por nada, pero madre mía, esta bastante bueno. Tiene los abdominales definidos y se le marca la V de la cadera. Se nota que se acaba de levantar porque tiene el pelo despeinado, cosa que le hace aún más atractivo.

Antes de que me vea entro a mi habitación que aún tiene cristales por el suelo, cojo un pantalón de chándal gris, un top azul de manga larga y una sudadera con cremallera negra.

Me dirijo al baño y me ducho rápido, al salir me visto y me preparo para ir al instituto.

Una vez lista, bajo súper rápido a la cocina donde encuentro a mi madre y a Marco, junto con Sara y Lily, desayuno, al rato baja Jacob.

Se sienta a mi lado y me lanza una mirada como de perdón o algo así, pero no hago mucho caso, son las ocho de la mañana y la verdad no me apetece discutir con él ni con nadie ahora mismo.

Intentó acabar de desayunar lo más rápido posible intentando su mirada, me sabía mal haberle hablado así la noche anterior cuando él solo intentaba solucionar las cosas.

— Mamá voy yendo valeeee? — le digo a mi madre que ahora estaba en el sofá viendo una serie.

— Si, si, ve tirando que si no llegarás tarde. — respondió ella.

— Espera Ona, voy contigo. — me dice Jacob.

— No, no hace falta. — le dije saliendo por la puerta. — es que si no salgo ya llegaré tarde.

— Si yo ya estoy. Es que me apetece ir contigo. — insistió mientras me miraba con cara de 'porfavordejameircontigoquenoquieroqueestemosenfadados' y no pude decir que no.

— Venga va. — acepté finalmente.

Salimos los dos por la puerta, yo delante y él detrás. Fuimos de camino sin decir nada ya que yo intentaba evitar su mirada cada vez que él me miraba.

— Oye Ona — me dice acercándose a mi.

— ¿Qué quieres? — le digo un poco seca y borde, la verdad continuó estando un bastante molesta.

— Aún estás así por lo de ayer? Ya te he dicho que lo hacían de broma, no te pongas así. — me dice frenándome por los hombros para que nos quedemos cara a cara.

— No lo entiendes verdad? — le digo alejándome un poco para establecer distancia entre nosotros.

— El que? — me pregunta.

— Que lo que me afecta tanto no es que ellos me insultaran en mi cara, sino que tu te reíste y no hiciste nada para decir que eso no estaba bien, porque sabes que? En teoría soy tu "hermanita" como bien lo decías ayer, y los "hermanos" se ayudan entre ellos, pase lo que pase, si uno ve que el otro está mal o le incomoda algo que sus amigos le han dicho, el otro le ayuda, no se ríe en su puta cara. — le digo ahora alejándome y caminando hacia mis amigas que me esperaban al final de la calle, mirando hacia nuestra dirección curiosa.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2023 ⏰

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