Helmut caminaba por Montmartre de la mano de una pelirroja descomunal. La mujer lo tomaba del brazo posesiva, Helmut un poco distante con ella. Se miró el dedo anular desnudo de su mano izquierda.
-Entonces ¿ya se aparearon?
-No lo digas así.
- Pero lo conseguiste para eso.
-Si
- ¿Y ya esta echo?
-No lo sé.
-Es un ejemplar muy viejo aunque se lo ve tan joven.
-Esta confuso, me tomará tiempo que confíe en mí. Dios sabe que le habrán echo en todos estos años.
-No le tomes cariño, no es una mascota, es un medio para un fin.las palabras de la mujer se clavaron en su mente, un medio para un fin, el pecho le oprimía al sentenciar esas palabras. Algo dentro suyo quería cambiar. Pero no podía. No ahora, tan cerca de su objetivo, había invertido tantos años en conseguir a James, desde sus inicios en Hidra hasta catapultarse al liderazgo absoluto. Todo con la ayuda de su esposa, una omega infértil que escondió su vergüenza fingiendo su propia muerte pero trabajando desde las sombras de hidra. Marie seguía casada con él pero aceptaba que tuviera otras omegas para procrear, ninguna había servido, incluso James todavía no quedaba preñado. Entraron en la habitación del hotel.
En Sokovia.
James se levantó al mediodía, tomó directamente el almuerzo y salió a cabalgar un rato, bordeó el arroyo hasta llegar al pueblo, era una ciudad pequeña moderna con tiendas mezcladas con edificios de piedra y torres. Los puentes del S XVI y el gran campanario le daban un aire medieval a la ciudad, recorrió el centro y al ver un viejo café entró, tuvo que dejar el caballo en la plaza de enfrente porque nadie tenía tranquera en sus puertas, le dió un poco de risa, un hombre de otro tiempo. Pidió la especialidad de la casa, té saborizado de pétalos de rosa con pastel artesanal de cerezas. Era suave y delicioso. Lo disfrutó. Los pobladores lo miraban, no estaba acostumbrados a recibir turistas. Uno de los hombres de la mesa de enfrente lo saludo amablemente y se acerco era un hombre de mas de 80 años, comenzaron a charlar.
-Soy james me estoy quedando en el castillo del Barón.
-El Barón Zemo, si, ha ayudado mucho al pueblo.
James sonrió.
-Sólo para su propio beneficio.
-Disculpe.
-Ha echo contratos dudosos, estuvimos haciendo circuitos y cosas eléctricas, trabajo bien pago, instaló una fábrica de ultima generación pero no sabemos para quien trabajamos.
-Hay muchas empresas que subcontratan.
-Los sueldo son demasiado buenos para que sean legales.
James entendió el punto del anciano, en sectores feudales la abundancia de dinero es sospechosa.
-¿Vendrás mañana?
-Si, por supuesto.
-Henry Claf, me ha gustado hablar contigo, como en los viejos tiempos. -Adiós Henry, mañana vengo con un auto y podemos pescar en el río si te parece bien.
-No tengo tiempo para pescar, dame el maldito róbalo ya asado.
James se rio, era una vieja frase. Empezaba a oscurecer, tomó el caballo y lo espoleó para que regresar más rápido. Al llegar a la mansión Oeznierk lo estaba esperando.
-Sr Barnes por favor avísenos si se ausenta tanto tiempo, la cena casi se enfría.
-Ya comí, gracias, dame tu número de móvil para guardarlo.
-De acuerdo. Fue directo a la habitación a buscar su teléfono móvil, en el bolso guardado encontró el móvil mojado de Helmut, lo agarró en sus manos y le dio nostalgia, quería esas fotos en el volcán eran pocos los recuerdo que tenían juntos y ese era especial para él. Lo dejo sobre la mesa y se llevo el suyo. Mañana que iría a ver a Henry, su nuevo amigo lo llevaría al servicio técnico a recuperarlas.
Encontró en la amistad de este buen hombre una compañía que hacia mucho no encontraba. Fueron a recorrer el centro histórico, el museo, pescaron en el río. Y hasta escalaron el monte. James llamaba todos los días a Helmut que le decía que estaba en una u otra junta. Hasta que el quinto día le dijo que volvía. Se puso contento, pero debía avisarle a Henry que no iría mañana. Quería quedarse en casa pasándola con Helmut.Llamo a la cafetería y dejó un mensaje. Al llegar Helmut, lo fue a recibir al aeropuerto, corrió a abrazarlo y besarlo. Helmut le bajo las manos.
-James por favor estamos en público.
Se sintió distante y ausente. Como si fuera otro, uno que no conocía. Un Helmut que no lo amaba.
Regresaron a la mansión hubo cena formal, al llegar la hora de dormir James no se separo de Helmut que apenas llego a la cama se durmió. James lo miraba dormir, se veía exhausto, tanto trabajo tantas juntas y solo, se acercó a su pecho como la primera noche , sobre su pecho quería sentir su aroma, pero en cambio un olor a rosas lo invadió, olfateó de nuevo provenía de su cuello, como si lo hubieran refregado. Olió sus manos estaban diferente. Se acercó y besó dulcemente sus labios, no tenían el sabor de siempre, un sabor levemente dulce y pegajoso, observó y en la comisura tenia un poco de gloss semitransparente con sabor a fresa. James se sentó en la cama, no esperaba esto. Helmut estuvo con una mujer. Por eso apenas lo llamó y siempre era en una habitación a solas. Una puñalada se clavó en su corazón, se sentía tonto y chiquito. Comenzó a llorar se fue a encerrar al baño. A los pocos segundos Helmut estaba golpeando la puerta.
-¿James qué te sucede?
-Déjame en paz
-¿Qué sucede? Dime que te pasa.
- ¿Quieres charlar? Dime que hacías en París con esa mujer.
- ¿Qué? ¿De qué estas hablando?
- Tienes su olor por todo el cuerpo y brillo en tus labios.
-No seas tonto, es de una pariente.
- Crees que soy estúpido.
-Este viaje era para los dos, no planifique nada, déjame pasar.
James cedió pero porque liberaba feromonas de calma. Helmut entró al baño y lo abrazo, secó sus lagrimas.
-No seas tonto, veo a muchas mujeres en mi trabajo, no me gusta ninguna, sólo me gustas tú.
El aroma que ahora despedía era dulce y verdadero. Fue una casualidad que haya tenido que regresar, y estuvo trabajando. Helmut lo abrazó, secó su lágrimas y lo beso. Ahora si eran los labios que conocía, suaves y dulces. Se abalanzo sobre James y aumentó la intensidad de los besos y sumó caricias. -No me dejas descansar ni un poco, te iba a sorprender en la mañana pero ahora ya me despertaste.
James sentía como frotaba su miembro en la pierna. De a poco lo sacó del baño y lo llevo hacia la cama. Lo acostó al borde de la cama, se subió encima y comenzó a besarle el cuerpo. Al llegar a su miembro, duro, lo lamió por completo, y se lo metió entero en la boca. James tomaba su cabello mientras embestía suave. Cambiaba continuamente el ritmo para no terminar rápido. Se subió a la cama se puso de rodillas, subió las piernas de James sobre sus hombros y sujeto la cadera e ingreso suave en su interior. Iba entrando con movimientos rítmicos de su pelvis sin dejar que se aleje tomándolo de la cadera. Cuando estuvo cerca, liberó su mano derecha y busco el miembro duro de James y comenzó a subirlo y bajarlo mientras lo empujaba en su interior.
-Acabemos juntos James.
Embistió una y otra y otra y otra vez en la última se detuvo un microsegundo a disfrutarlo, James le salpicó la mano y Helmut acabo dentro. Grito
- O por Dios, James.... te amo.
El omega se emociono de escucharlo. -También te amo.El alfa abrió lo ojos y lo miró directo al azul de sus pupilas. -Quemaría el mundo por ti.
Al salir de adentro de James ensucio toda la cama, el aroma a Helmut era embriagante y fresco. Se acostaron juntos, James lo abrazaba a Helmut por la espalda. Y lo abrazaba por su pecho sintiendo en su manos el latir de su corazón.
-Qué loco juego del destino es este, al fin soy libre y mi pasado me persigue, y me hace pagar por crímenes que no recuerdo y no soy culpable.
-Hidra te utilizo para propósitos malignos, eres muy bueno matando gente.
-No es lo que quiero de la vida, me arrebataron todo. Incluso no sé si pueda tener hijos. Helmut respiro profundo.
-Recién hace un mes que estas despierto sin condicionamiento, date tiempo.
-Y si no sucede....
- Y no sucederá, ya veremos James. -Quiero tenerlos, contigo. Helmut sonrió
-Yo también quiero.
James se acomodó, hundió su cabello en la nuca del alfa y allí se durmió. Helmut se quedo despierto un rato mas, pensando .... cuanto tardaría, y cuanto resistiría sin enamorarse de James.Las semanas pasaron y ni indicios de embarazo, pero James estaba mas jovial y fuerte cada día, Helmut una vez por semana viajaba, rápido iba y regresaba a veces en el mismo día. Muchas veces eran reuniones por internet que James presenciaba. Ya hacia 6 meses que estaban juntos y no volvió a ponerse en celo, en parte porque tenían mucha intimidad sin necesidad de feromonas. El verano paso y el otoño llegó para poner su toque dorado, James había quedado con Henry verse 2 veces por semana incluso le había pedido el numero de su teléfono, se habían hecho muy amigos, Henry le contaba de su nieto, que era algo de computadora, su única hija había fallecido ya siendo viudo. Así que estaba solo, salvo por su nieto. Una tarde, mientras hablaban James estaba preocupado.
-¿Que sucede, nunca estas tan callado?
- Es que... no lo entenderías.
- Pruébame maldito yanqui.
A James le causaba risa como halagaba insultando.
- Veras, soy un omega, y estoy con un alfa.
- ¿Estas con el Barón?
-Si.James sonrió - Y no podemos concebir.
- Por eso se fue su esposa, el Barón es estéril, no es tu culpa.
James abrió los ojos grandes.
- Él es viudo.
-Te ha mentido hijo, seguramente también te dijo que eres especial y esas cosas. Sabes no me gusta hablar de quien no se puede defender y decirte algo sería para controversia, pero Helmut Zemo tiene la misma mala semilla que su padre. Es codicioso y ambicioso, le gusta el poder.
-No, no es así.
-¿No? No eres el primero omega por aquí, tuvo varias. Pero eres el primer tan fuerte y bello. Eso si, siempre bellos. - ¿Cómo lo sabes?
- Trabaje en ese establo hasta hace 2 años.
James se sentía de nuevo confundido como en Berlín. No podía creer lo que escuchaba, tuvo otras, otras omega y el era el primer macho. Se sentía frustrado, tantas mentiras al final. Tomó unos cuantos tragos y volvió a su casa con Helmut en la cena permaneció muy callado, el alfa enseguida se dio cuenta que algo sucedía. Al subir a la habitación.
- ¿Qué sucede James?
-¿Es verdad que tuviste mujeres omega?
- Tuve algunas, si.
- ¿Y tu esposa te dejo?
Esa pregunta si lo perturbó.
- Me abandonó por otro alfa, ella no estaba marcada, nunca quise, así que se marcho.
A james le dolió su propia marca.
-¿Porqué yo? Me tendrías que haber dejado en hielo o prendido fuego con el galpón, no tengo vida, estoy aquí escondido, me toleran porque estoy contigo pero sin eso no soy nada.
-Eres mi omega yo te protejo.
James se dio vuelta en la cama y se intentó dormir entre lágrimas. Helmut lo abrazo y liberaba feromonas de calma pero no funcionaban.
-No se que quieres de mí o que quieres que haga, por favor, dime.
-La verdad, es lo único que quiero. Helmut respiró profundo y ...
-Cuando me rescataste hace ya 12 años era un joven rico sin rumbo, al verte supe que te quería en mi vida. Por eso te marqué. Fui egoísta quería que seas mío. Después todo se complicó. Para llevar a tí tuve que escalar a lo más alto de Hidra. Hice cosas que me avergüenzan pero las hice solo para estar contigo. Y ahora que estamos al fin juntos, todo es tan confuso, no pensé enamorarme así. Y la verdad no me importa si tenemos hijos a esta altura. Solo quiero ser feliz. Hasta que no estuve contigo no sabia que lo que era la felicidad. Lo abrazo y se sintió que lo abrazaba con el alma, con el cálido Helmut que conocía y amaba.
-No me vuelvas a mentir. Siempre dime la verdad, por favor.
Helmut escondió muy dentro suyo la verdad del engaño. Lo amaba demasiado en este punto para lastimarlo de nuevo. Mejor lo abrazó y espero a que se duerma. Hacia mas de 6 meses que no entraba en celo y Helmut había tenido más parejas, eso no le molestaba sino qué le haya mentido. Cuando Helmut se durmió se levantó y fue directo a la piscina y comenzó a nadar, el agua y el ejercicio lo calmaban. Una, dos, tres vueltas, se sintió cansado de repente se quedó sin aire, en el medio del agua, cuando sintió como todo le daba vueltas. Quería atrapar grandes bocanadas de aire pero no llegaba a inflar todos sus pulmones. El techo celeste de la piscina climatizada se volvía oscura y lejana. No tenia fuerzas para dar otras brazada, no podía llegar al borde, necesitaba ayuda, abrió la boca y apenas pudo pronunciar el nombre de su alfa. Y se hundió en el agua. Bajaba flotando en el agua sin resistencia, el poco aire que le quedaba se escapaba de su cuerpo. Se sintió irse lejos. Lejos y frío.Helmut dormía cuando percibió a James en peligro, saltó de la cama, desnudo sólo con una bata puesta salió a buscarlo, sabía que estaba en peligro y cerca podía sentirlo.
El instinto lo llevo a la piscina y allí lo vio hundirse en el medio como una bolsa de papas. Se tiró al agua sin pensarlo.
-No te mueras James, yo te amo.
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"Toxica Revelación"
FanficOmegaverse. un joven Helmut es secuestrado y el soldado de invierno es enviado a su rescate, pero tras la exitosa misión se descubren Alfa y Omega desatando una reacción. Años mas tarde, al volverse a encontrar el Barón Helmut Zemo tiene sus propio...