Cap 6.

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- hace mucho que no nos vemos, siéntate -

mi padre, un hombre de 41 años, dueño de muchos hoteles y compañías que desarrollan inteligencia artificial, se ve algo cansado, tiene los ojos tristes, desde que mamá murió su mirada se siente vacia

- ya vas por el tercer semestre de la carrera, tus notas están muy bien, no crees que es mejor que termines tus estudios fuera del país, lo tengo todo listo, solo debes confirmarlo.

- papa, estoy bien aquí, crees que quiero irme y empezar otra vez, tengo amigos, es todo, no me iré si eso es lo que quieres - a este punto ya estaba algo molesta, si quería mandarme lejos, no lo hare, esta vez, no hare lo que él quiere

- piénsalo muy bien, no todos tienen esta oportunidad-

- dije que no, ¿papá, alguna vez te preguntaste que es lo que quiero?, si no es así, pues quiero quedarme aquí – Sali de la oficina de mi padre, no había llevado mi auto así que tendría que volver caminando

La noche estaba increíblemente perfecta, corría un viento frio, el cielo estaba lleno de estrellas y la luna se veía hermosa, pase por un parque habían niños en los juegos, unas cuantas parejas conversando, mientras seguía con dirección a mi departamento sentía que alguien me seguía, así que por instinto voltee a ambos lados, pero no había nadie, seguí caminando creyendo que era parte de mi imaginación, pero entonces lo sentí mas cerca, mi cuerpo empezó a sudar y no entendía el porqué, se instaló en mí el miedo, así que decidí cruzar por el medio del parque, iba volteando a todas partes, me estaba volviendo paranoica, no pude observar a la persona que iba hacia el otro lado, así que sin querer tropecé con ella

-lo lamento no te vi –

-descuida – dijo tomando mi mano para poder ponerse de pie – ¿Rose? – me observaba algo confundida y desganada

-ho-hola – volví a sentir que seguían observándome, así que tome a Addy del brazo y la lleve conmigo, si la vieron conmigo y saben que me conoce lo mas probable es que le hagan algo, y no estoy dispuesta a dejar que lastimen a alguien que conozco

-hey, suéltame, a donde vamos, basta déjame –

-solo camina y no digas nada, por favor – caminamos un par de calles más y llegamos al edificio donde está mi departamento, subimos al ascensor y al fin pude soltar su mano, estaba algo apenada con ella por todo eso, caminamos hasta la puerta del departamento y estaba por disculparme hasta que el ascensor volvió a abrirse y en él había un señor con una sudadera negra, traía un cubrebocas y la sensación rara en mi cuerpo volvió, abrí la puerta del departamento lo más rápido que pude y metí a Addy conmigo, tenia miedo, de alguna u otra forma sabía que venía por mí, ¿acaso es un hombre de mi padre?¿el lo envió?, todo esto me estaba volviendo loca, y de pronto – din dum, din dum

-mierda- le puse seguro a la puerta – ¿y ahora que hago?, ¿esto no está bien, quien es el y por qué está aquí?, ¿fue mi padre, acaso quiere darme un escarmiento?, maldición – din dum, din dum, el timbre sonaba una y otra vez, no sabia que hacer, me están temblando las manos, tenia miedo, y mi cuerpo empezaba a darme señales de lo mal que la estaba pasando, agarre mi teléfono y marque el número de mi nana

- ¿nana? – para este momento la voz se me entrecortaba, tenia un nudo en la garganta y no podía casi hablar – pum pum, primer golpe – po-por fa-favor ven, te-tengo mie-miedo – mierda, dije para mis adentros, pum pum segundo golpe –

- ¿Rose?, que sucede, estas bien, ¿Rose?, escúchame, Rose mírame –

De un momento a otro no escuchaba nada, sentía que me estaba mareando, tenía nauseas, no podía respirar sentía que se me cerraba el pecho, tenia el pulso demasiado rápido, estaba sudando frio, me agache y agarre mi cabeza, no esto, no otra vez, pasaría de nuevo

Sentí que alguien me abrazaba fuertemente y me decía que estaba bien, que respirara, que tratara de hacerlo

-vamos Rose, respira profundo, inhala, exhala, hazlo conmigo, solo escucha mi respiración-

Trataba de seguir su respiración, ella decía que lo hiciera, el nudo en mi garganta poco a poco se iba, deje de moverme y respiraba profundo, luego de unos minutos pude recupérarme de ese episodio, ella seguía abrazándome, es raro, su cercanía se siente bien y entonces el timbre volvió a sonar

-no puede ser-

- ¿Rosie? Cariño soy yo, ábreme la puerta-

Me solté de los brazos de Addy y fui corriendo a abrir la puerta – nana – dije con algunas lágrimas en los ojos, nunca me había sentido tan feliz de verla, la abrace sin pensarlo dos veces, esa mujer con canas y con unos ojos cafés, esa señora era uno de mis lugares seguros, ella era como una abuela para mi, la abuela materna que nunca conocí.

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