CAP 4

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Siento la nieve crugir bajo mis pies. Ha estado nevando fuertemente durante todo el día y hay casi 20cm de nieve.

Tengo las zapatillas caladas.

Por que no habré cogido las botas de nieve si ponía que iba a nevar? Si es que lo pense pero luego se me olvidó. Tampoco tenía intención de volver andando. El problema es que han cortado las líneas de bus de media ciudad hasta que lleguen las quitanieves.

Escondo la nariz en la bufanda y acelero el paso. El frio me está empezando a calar en los huesos y a agarrotar los músculos.

Hoy no trabajo en el bar por qué la semana que viene son los exámenes finales y tengo que empezar a estudiar.
Eso supone menos ir a trabajar, menos tocar el bajo, menos tiempo libre y más horas eternas encerrado en mi cuarto con mis pensamientos.

Que podría salir mal?

En cuanto llegue a casa me toca estudiar historia pero antes necesito una ducha caliente por que para cuando llegue voy a tener hipotermia en los pies.

Un Jeep blanco se pone a mi altura y avanza a mi velocidad. Qué es esto ?
Me van a secuestrar ? Imposible, esto es Canadá, la tasa de secuestro es de menos del 1%. ¿ Entonces ?

La ventanilla baja y por ella asoma una cabellera dorada junto con una amplia sonrisa.
Le hace parecer gilipollas.

—Hey, te llevo ?— Pregunta alegremente.

Me tenso debajo del abrigo y miro hacia delante tratando de evitarle.

— No gracias, voy bien. — Replico secamente.

—Yo te veo un poco... Como decirlo? Un poco a lo cubito de hielo?—

Dios, ese ha sido el intento de sarcasmo más penoso que he visto en mi vida.

—Hazle un favor al mundo y no te metas a humorista por favor.— Hecha la cabeza para atrás y se ríe con ganas. Le ha hecho gracia en serio ?

—Vale sé que esto no es lo mío, pero en serio no quieres que te acerque a casa?— Su risa se va apagando a medida que habla.

—Para que sepas dónde vivo ? Mejor no.

Lo pienso bien.
Tal vez, solo tal vez quiera ayudarme. La verdad es que hace mucho frío y el instituto está bastante lejos de mi casa como para ir andando con este temporal.

Me detengo y le miro.

Sonríe ampliamente, no entiendo por qué, todavía no le he dicho nada.

Pero no voy a decírselo como si lo necesitará. No hay manera. No quiero que se haga ideas equivocadas.

—Anda sube, yo te llevo.—Dice y seguido se escucha el sonido de las puertas al desbloquearse.

—No te he dicho que si.— Menciono entre dientes.

—No pero ibas a hacerlo.— Sonríe burlonamente.

- No lo sabes.— Paso por delante del coche y me siento de copiloto con la mochila entre las piernas.
Arranca y me hago bola en el asiento. Me quito la capucha y respiro. La temperatura dentro de el coche es algo mejor.
En la radio está sonando " Matar la pena " de Besmaya. Me suena haberla escuchado más veces, pero no estoy seguro.

—Vives en West Side verdad ?— Mira a la carretera mientras me lo pregunta. Ay no, entonces si me vio el otro día. Bueno al menos ya no tengo que preocuparme de que sepa dónde vivo.

—Si, entonces me viste?— Ya sé la respuesta pero es solo para cerciorarme de que nadie más lo sabe. No me apetece que la gente lo sepa.

—Claro que te vi, iba a saludarte pero desapareciste. Por cierto, bonito pijama de cuadros.— Sonrío enseñando las encías.

Contando estrellas ( bl )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora