𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑𝐎𝐔𝐒 💥
esa décima de segundo podrá hacer
girar todo al lado oscuro o inundarlo
de luz. podrá hacer de ti un héroe,
o un criminal; podrá llevarte al cielo
o al infierno.
pero siempre te llevará a un lugar
del cual nunca podrás volver...
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Agatha había arrasado todo a su paso en la isla de Outer Banks, no tenían luz en el Chateau, esa era una de las gran consecuencias de aquellas horribles tormentas. El exterior de la casa de John B era un caos, sería mucho el trabajo que tendría que emplear para que todo estuviera en orden.
─── Lo bueno de todo esto es que los de Servicios Sociales no se atreverán a coger ningún ferri, así que, deberíamos aprovechar el día.
Realmente era algo que a John B, en lo personal, le gustaba hacer los días posteriores a aquellos desastres naturales. Pero ese día animar a su amiga era una de las grandes razones por querer salir de aquel lugar y tratar de despejarse, lo cierto es que no había pasado una mala noche porque cayó rendida a los pocos minutos de acomodarse en el sofá cama que compartió con ambos chicos.
No podría mentir, realmente el castaño estaba muy preocupado por Thalia. Siempre había sido consciente de la horrible relación y el maltrato de sus padres pero jamás había llegado hasta ese punto, nunca le había hecho ningún tipo de daño físico con secuelas, nunca había sangrado ni obtenido ningún moratón. ¿Qué era lo que podría hacer? ¿Secuestrarla para que se quedara a vivir allí para siempre y no tener que enfrentarse nunca más al capullo de su padrastro? John B lo haría encantado, además tenía la ayuda de JJ que aparte de que siempre le acompaña en sus locuras, no parecía demasiado tranquilo con la situación.
No había recibido respuesta a su propuesta, la rizada se encontraba ocupando el sitio del medio donde había dormido previamente entre ambos. Sus ojos verdes seguían cerrados, en dirección al techo, con su respiración tranquila; al mayor le dolía ver su precioso rostro golpeado. Y JJ simplemente se encontraba acostado a su lado, con las manos tras su nuca sin quitarle el ojo a la contraria. Como si fuera su perrito guardián, miles de cosas se le pasaban por la cabeza cada vez que veía a Thalia; entre cientos de maneras diferentes de acabar con la vida de ese bastardo hasta la forma en la quería curar de nuevo aquellas heridas que, por ese entonces, tenía mejor pinta.
Sus ojos celestes estaban fijos en ella, como si en cualquier momento pudiera romperse. Estaba concentrado, más que cualquiera de esas veces en la que debía hacer algo importante. Y es que JJ siempre había protegido a los suyos con uñas y dientes, Thalia no iba a ser menos por mucho que estuvieran todo el día peleando.
Aún seguiría enfadado con ella por la pelea y la gran mancha de café en su camiseta que tuvo que limpiar a mano él mismo si no llegar a ser por lo ocurrido.
─── Seguramente que en Figure Eight ya están encargándose de reestablecerlo todo. ───Comentó de repente la castaña sin abrir los ojos. No le hacía falta ver el desastre que había ahí fuera como para saber que todo estaba patas arriba───. Qué asco.
John B y su mejor amigo se miraron cómplices, parecía totalmente apática a lo que había sucedido pocas horas antes. Aunque no debían sorprenderse, uno de los fallos de Thalia era que siempre trataba de aparentar que nada relacionado a su familia le importaba.
