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"It's not good enough for me,
since I been with you, ooh...
it's not gonna work for you,
nobody can equal me, I know."

@martusalgadoo:

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@martusalgadoo:

Al ver la historia que subió Martina a Instagram hace tan solo unos segundos, me muerdo el labio inferior con fuerza

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Al ver la historia que subió Martina a Instagram hace tan solo unos segundos, me muerdo el labio inferior con fuerza. La recorro entera con la mirada, desde esos ojos de gato verdes hermosos, hasta el rubor en sus cachetes, a sus labios carnosos y directamente hasta su escote, al primer plano del nacimiento de sus pechos.

No puede estar tan buena la hija de puta. Ni siquiera me importa si no me devolvió el follow, con poder verla diariamente a través de sus publicaciones me es más que suficiente. Es como si en estos cinco años que pasamos separados se hubiera puesto incluso mejor, y eso que ella ya era hermosa antes.

Admito que en un principio solo me gustó por su cuerpo. La vi esa noche hace cinco años y lo primero que noté fue el pedazo de orto que tiene, no la pude dejar de mirar en toda la noche. De cara no me iba nada, pero al final resultó ser solo el maquillaje que tenía puesto, porque cuando se despertó en mi cama la mañana siguiente, con la cara limpia de polvos cosméticos, me di cuenta de lo estúpidamente hermosa que era. Y es. Me encantó ni bien la vi.

Cuando vine a Manchester hace algunos días, no lo tenía en mis planes volver a encontrarme con ella. Sabía que ella seguía acá; a pesar de que no nos seguíamos más en las redes, yo igualmente me mantenía al tanto de su vida. Miraba sus sesiones de fotos, seguía a la cuenta de Instagram de su agencia de modelaje y todo el tiempo me aseguraba de mantenerme actualizado de ella. No la extraño (ponele), pero que es hermosa, eso no lo puedo negar.

Después de todo lo que pasó hace cinco años, después de engañarla, me fue muy difícil saber qué hacer. Mi intención no era sacarle el cuero de la manera en que lo hice por todo ese año después de separarnos, pero como era evidente que el que había hecho algo mal era yo, a mi representante no se le ocurrió mejor idea que dar vuelta la historia. Total, ambos sabíamos que Martina odiaba la atención pública, que prefería mantenerse de callado y que no iba a salir a hablar si se la acusaba de algo. Era el plan perfecto.

FREEFALL | lisandro martínezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora