La escuela

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Comenzando las claces me dieron la clásica bienvenida de todos los días, un par de insultos y un chicle pegado en el pelo de parte de mi compañera Isabella.

Isabella y su grupito me han hecho la vida imposible desde que entre a esta escuela hace tres años, pero no son las únicas, también está este chico llamado Nicolás el se cree el mejor de todos, pero no hace más que menospreciar al resto y burlarse de mí constantemente.

Estas personas son principalmente las que hacen de mi vida aquí un infierno, siempre se estan burlando, principalmente de mi sobrepeso, todos lo han hecho desde que soy pequeña, nací así y me a costado mucho bajar de peso y eso me a creado un montón de inseguridades mientras crecía.

Durante el receso no quise comer nada, hoy simplemente no tenia hambre, tenia un nudo en la garganta, quería llorar, pero sabía que si lo hacía se iban a comenzar a burlar de mi, si supieran lo que estoy sufriendo, si supieran que no me queda mucho de vida... Quizás dejarían de molestarme.

Hace tan solo un par de días me diagnosticaron cáncer y mi familia no tiene suficiente dinero para pagar ni una cirugía ni una quimioterapia, en tan solo diez meses el cáncer habrá avanzado tanto que no se podría hacer nada por mi.

durante el almuerzo tampoco comí nada, no me sentía bien, todavía no había terminado de entender lo que me estaba ocurriendo. ¿Porqué? ¿Porqué a mí? ¿Porqué yo tengo que sufrir esto? Solo podía pensar en eso.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí como agua fría recorría mi espalda, al darme la vuelta ví a Nicolás riéndose, el me había tirado su agua encima, no se que paso por mi mente en ese momento, solo atiné a salir corriendo de ahí, tirando todo a mi paso y aguantando el llanto, estaba a punto de estallar, me encerré en el baño y me puse a llorar en silencio esperando que nadie me note.

Después de varios minutos oí a alguien entrar.

—no puedo creerlo, corria como una cerda sudorosa— dijo una voz femenina que alcance a reconocer, era de Isabella.

—Si, enrealidad esa chica es un asco, ni siquiera se preocupa por su presentación personal, ¿vieron los largos bigotes que lleva?— se burló una de sus amiguitas.

—no se cómo se le ocurre presentarse así, como si no tuviera vergüenza— expreso otra voz que también logré reconocer, era Grace, una chica que siempre estaba de acuerdo con Isabella.

La verdad ya estoy acostumbrada a oír sus comentarios, mis ganas de responderles eran altas pero me quedé callada hasta que se fueron, fue un momento muy incómodo y otro día horrible en la escuela, cómo quisiera no regresar ahí nunca más, pero estoy obligada, y mi madre no tiene suficiente dinero como para cambiarme a otro lugar.

Espero que les valla gustando está historia 🙃

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