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Yeonjun pasó varios días en el hospital para revisiones constantes y sus diferentes análisis, para controlar que el cáncer no apareciera y el hígado se estuviera reconstruyendo normal.

Beomgyu estaba con él todo el día, se iba sólo para comer, para comprarle algún regalo tonto como flores, chocolates, o algún peluche, y también, cuando le tocaba su sesión de quimioterapia.

— ¿Sabes qué se cumplen hoy? — preguntó Beomgyu un día, que a Yeonjun le pareció muy al azar.

— ¿Nuestro aniversario? — bromeó, porque en verdad no eran nada oficial.

— Casi — dijo Beomgyu con una risa—. Hoy se cumplen tres meses desde que te conocí, Yeonjun.

Yeonjun sonrió.

— ¿En serio recuerdas la fecha?

Beomgyu asintió con seguridad.

— Estabas asustado... Tenía que hacerte sentir mejor— dijo, y sonrió de forma tierna.

— Si que funcionó, Gyu— dijo Yeonjun, tomó su manita para entrelazar sus dedos, sonriendo bonito.

Beomgyu sonrió como tonto mientras miraba sus manos unidas, sus mejillas cada vez se pusieron más y más rosas, y Yeonjun miró todo con una sonrisa boba también, le pareció hermoso y adorable.

— Sabes, Gyu... Lo único bueno que puedo sacar de esto, es que te conocí— dijo Yeonjun, los ojitos color avellana de Beomgyu lo miraron con alegría y ensanchó su sonrisa aún más—. Eres en serio una persona maravillosa, el chico más bueno que he conocido, el más bonito... ¿Sabes que te pienso como "Mi chico bonito"?

Beomgyu rió un poco.

— Es raro... Para mi eres "El lindo gatito".

— ¿Por qué? — preguntó Yeonjun con gracia.

— Porque pareces un gatito... Todo el tiempo, y es adorable y bonito y es que eres también tan tierno y... Cómo un gatito, eres un gatito— se encogió de hombros, es que no había más explicación que esa, pero era innegable su parecido.

— Okey... Es raro, no sé, no te comparo con algún animal, Beom.

— Soy un osito — dijo, y estiró sus gruesos labios hacia adelante, haciendo un beso.

Yeonjun rió.

— Eres el osito más lindo y besable del mundo— dijo el mayor.

— Sólo beso a mi gatito— dijo, sonriendo.

— Este gatito sólo besa a su osito.

Beomgyu rió como un bebé porque el mayor había seguido su broma.

— Eres un gatito fuerte y valiente, Yeon— dijo—. ¿No has pensado que ya estás curado, nene?

Yeonjun negó.

—Es una idea muy lejana aún.

— Todas las pruebas salieron más que bien, Yeon, en cualquier momento te dan el alta— dijo Beomgyu con una sonrisa, estaba lleno de orgullo.

—¿Y qué pasa después?

—Vienes a tener una pijamada conmigo— dijo, acunando su propio rostro.

— ¿Era en serio lo de la pijamada? — Beomgyu asintió —. Oh, suena bonito.

— Contigo todo es bonito.

— Te equivocas, chico bonito, contigo es bonito— replicó Yeonjun— ¿Tengo que llevar algo a nuestra pijamada?

— Condones.

— ¡Beomgyu! — Yeonjun lo empujó y el otro comenzó a reír— ¡Sabes que no, tonto! ¡No juegues, idiota!

— Me estoy burlando de tus ganas, Yeonjun— Beomgyu le mostró su lengua en gesto burlón.

— ¿Ganas de qué?

Beomgyu se inclinó hacia un costado y pasó una mano por su trasero, dándose una nalgada a si mismo en un gesto burlón y provocativo.

— ¡Park Beomgyu! — Yeonjun estaba como un tomate, y lo que le siguió a eso fueron un montón de gritos agudos sin sentido y risas por parte del menor.

chemo ★ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora