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La quimioterapia se le hacia pesada y muchas veces, eterna, habían usado una medicina que aún estaba en proceso de experimentación, lo habían hecho firmar muchos contratos y cosas que no entendía mucho, pero lo que sea que lo sacará de esta estaba bien.

Lo habían probado pocas veces en otras personas que estaban en lo justo y necesario, y se habían recuperado muy bien, aún no había sido probada con leucemia, pero siempre había una primera vez para todo.

Le dieron un turno bastante tarde, y llegó a una época del año donde entraban antes del atardecer y salían del hospital de noche, y Beomgyu estaba que se dormia de pie.

—¿Bella durmiente? — preguntó Yeonjun, besando su frente, para después colocarle su gorro turquesa, el que le había tejido más recientemente, abrigandolo para salir del hospital.

Beomgyu hizo una mueca y un sonido molesto.

— Eres hermoso, Gyu, y adorable todo dormido— le recordó su novio—. Ven, te cargo — se dió la vuelta y dejó que Beomgyu sus brazos sobre sus hombros, enganchara sus piernas en las caderas del mayor y sonriera mientras apoyaba una mejilla en el hombro del pelinegro, Yeonjun lo llevó en su espalda sin mucho problema, pero sabía que sus rodillas iban a doler mañana.

Yeonjun se había dejado el pelo bastante largo, y por más que le molestaba porque ya le estaba tapando los ojos, estaba tan largo que el menor hasta jugaba a hacerle trenzas o a atarlo en moños, no quería ir a cortarse el cabello.

— Yeonjun... — murmuró Beomgyu cerca de su oído—. El médico vino a hablarme cuando no estabas.

— ¿Qué dijo bebé? — Yeonjun se sentía nervioso, pero se mantuvo calmado para él.

— En mis últimas pruebas... Todo salió mucho mejor, está funcionando y van a empezar a buscar un donante de médula para mí.

Yeonjun sonrió ampliamente y rió con alegría, Beomgyu sonrió al escucharlo.

— Es una noticia genial y hermosa, bebé— dijo Yeonjun, sostuvo la manito de Beomgyu, unidas frente a él, para besarla—. Estoy muy orgulloso de ti, nene, me haces muy feliz.

Beomgyu se ruborizó.

— Esto... Es más fuerte y me cansa mucho más que las otras pero quiero más tiempo contigo, Yeon.

— Me tendrás toda la vida, Beom.

— Haré de mi vida muy larga.

— Lo estás logrando, nene.

— Dame un premio por lograrlo, nene.

— Oh, sí, nene.

Beomgyu comenzó a reír por el tono raro que había usado su novio, y lo abrazó más firmemente.

— Te amo mucho, Yeonjun — dijo el menor.

— Te amo más, bebé— correspondió.

chemo ★ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora