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Narradora
No pude alcanzar su mano, no pude hacer nada para evitar que el monstruo se llevara a mí hijo, Fue muy rápido, si tan solo hubiera alcanzado su mano, si hubiera podido tomarla, ¿Mi hijo seguiría vivo?. no puedo perdonarme.
Pesadillas cada noche, el monstruo esta en mí cabeza, me dice que todo es mí culpa, quizá lo mejor sea volverme un monstruo.
¡No! Es mí culpa, Debí haberlo alcanzado, ¡Debí haber tenido a mí hijo a mí lado!. Yo no pude hacer nada, no es mí culpa, no es mí culpa...
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Sang-Wook se había despertado y Yu-Ri se acercó a el con el botequin de primero auxilios.
—— ¿Ya estás consiente?
—— Estoy bien. –Dijo intentando levantarse. Yu-Ri agarro su brazo, pero inmediatamente Sang-Wook se safo de su agarre–
—— Claro que no, dejaste de sangrar pero sigues herido. –Sang-Wook la ignoro y avanzo hacia la puerta para luego abrirla– Lo dejaremos ir y ya?
—— No te preocupes por el, se ve que podría con un tigre solo.
Sun-Hee se levantó y agarró su mochila para querer avanzar hacia la puerta pero Yu-Ri la detuvo.
—— Tienes una herida en la mano. –Miro a Hyun-Su– Y tú también te ves herido.
—— No, estoy bien. –Tapo con la mano su herida que tenía en la mejilla–
—— Quita la mano, se te va a infectar.
—— Lo haré yo mismo, dame una venda.
Sun-Hee ya sabía que no necesitaba que la curen ya que pronto se curaría de por sí solo su mano. Así que se soltó del agarre de Yu-Ri.
—— Oye...
—— Quita la mano de ahí. –De repente hablo el Señor An lo que hizo que Sun-Hee girará– Te transformas en un monstruo, ¿No es así? –Hyun-Su no respondía– Yu-Ri no te le acerques. Quita la mano. –Ordeno– Si no haré que tú corazón nunca vuelva a latir.
