Por suerte las puertas se cerraron a tiempo. Solté un suspiro de alivio. Ya estábamos bajando hacia un piso, pero no sé cuál era ya que como toque todos los botones.
Mire a Do-Ha y ví que la estaba pasando mal ya que tenía los ojos cerrados con fuerza. De la nada el ascensor se detuvo, y se abrieron las puertas. Intenté de nuevo tocar el botón del primer piso a ver si funcionaba ahora, pero como era de esperarse no funciono.
—— Vamos a tener que bajar por las escaleras. –Le avise mientras lo ayudaba a caminar–
—— Está bien... puedo aguantar. –Me afirmo y yo solo asentí–
Nos encontrábamos en el piso 4, lo cual nos faltaba 3 pisos para bajar. Comenzamos a pisar los escalones de abajo y así sucesivamente.
Pasaron unos cuantos minutos o más bien 1 hora, ya que en el transcurrido que íbamos bajando Do-Ha se quejaba de la herida, lo cual tuvimos que bajar más lento.
Llegamos a la puerta del primer piso, de dónde yo salí. Golpeé la puerta para que alguno de ellos me escuchará, y pronto la puerta se abrió. Era Eun-Hyuk.
—— Llegaste tarde. –Comento y miro a Do-Ha– ¿Quién es?
Pase por su lado junto con Do-Ha sin responder a su pregunta.
—— Sun-Hee. –Me llamo, Eun-Hyuk–
—— Está herido. Necesita que lo revisen. –Le avise–
Llegué a dónde Yu-Ri estaba y le encargue que lo revisara y lo cure. Ella accedió y yo dejé a Do-Ha en una cama, para luego salir de ahí y dejar que Yu-Ri haga su trabajo.
Caminaba hacia el cuarto donde aislaban a los infectados, no sin antes darles las cosas que necesitaban a los demás. Todos estaban juntos así que me fue fácil darles a todos sus cosas, mientras les daba ellos murmuraban, pero a mí no me importaba lo que decían.
Me acerque a mi abuelo y el me dedico una sonrisa al verme.
—— Hola, Sun-Hee. –Saludo mi abuelo–
—— Hola abuelo. –Lo saludé– Toma. –Le di unas cuantas pilas– Pude traer esto para ti. –Le entregué una barra de chocolate– Espero que te guste. –Hice una media sonrisa, y luego me adentré al cuarto–
Sabía que a mi abuelo no le gustaba que estuviese aquí encerrada, pero era por el bien de los demás y de él. No quisiera que un día me convierta en monstruo y pierda el control.
No quiero hacerle daño a nadie.
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Do-Ha se acercó hacia mi y se sentó a mi lado.
—— Gracias. –Hablo de repente, y yo lo mire–
—— ¿De que? –No me contestó y estaba completamente quieto– Do-Ha. –Lo llame al verlo pararse– ¡Do-Ha! –Comenzo a correr, así que yo corrí detrás de el– ¡¿Do-Ha, dónde vas?! –Por más que lo llamaba no me respondía. Parecía que me llevaba algún lugar–
Todo el lugar se torno negro, no había nada solo estábamos el y yo. Pare de correr cuando el se detuvo.
—— ¿Que es lo que te pasa? –Le cuestione mientras respiraba agitada–
Cómo era de esperarse, no me respondía. Aún permanecía de espaldas, no sabía cómo era la expresión en su rostro.
—— Respóndeme por favor. –Pedí–
El comenzó a darse la vuelta con lentitud. Quedé bocaabierta al verlo con los ojos negros.
—— Do-Ha...
—— Todo es tu culpa, ¡Tu maldita culpa! –Exclamo–
—— ¿Q-que...?
—— Me convertí en un monstruo por tu culpa. –Decia con enojo– Debiste haberme salvado. Si hubieras llegado a tiempo nada de esto hubiera pasado.
—— ¿De que estás hablando, Do-Ha?
—— ¡No te hagas la tonta! –Grito tan fuerte que hizo que me sobresalte del susto– Bien que sabes lo que pasó.
¿Que fue lo que hice?. No me acuerdo lo que le hice, ¿Acaso tengo la culpa de que se haya convertido en monstruo? ¿Que era todo esto? ¿Era real?
—— Te equivocas, Do-Ha. Yo no hice nada. –Trate de defenderme, y el solo soltó un siseo de ironía–
—— ¿En serio no hiciste nada? –Asenti– Y que hay de los demás? –La pregunta que hizo me dejó con cara de confuso– Ellos también se convirtieron... Por tu culpa. –Me sorprendí mucho. El miro hacia un lado y yo mire a la dirección que miraba– Tu abuelo... –Aparecio el nombrado–
—— Abuelo... –Dije con la voz entrecortada mirándolo–
—— ¿Por qué lo hiciste, Sun-Hee? –Hablo mi abuelo. Se le formaron los ojos negros y le comenzó a sangrar la nariz–
—— Abuelo, no... –Quise ir con el, pero algo me impedía hacerlo– ¡Abuelo! –Comence a sollozar–
—— Jisoo. Jae-Heon. Yu-Ri. Sang-Wook. El señor An... –Todos comenzaron a aparecer de la nada–
Estaban los anteriores nombrados y los otros, incluso los niños.
—— También... Kim Do-Ha.
¿Cómo dijo? ¿Kim Do-Ha?. Me di la vuelta encontrándome a Do-Ha... ¿Cómo era esto posible?.
Rápidamente volví a mirar al frente y ya no se encontraba Do-Ha. Estaba completamente segura de que estaba frente mío, hablando conmigo. Cómo es que... Entonces, ¿Con quién fue que hable?
Tenía la mirada agachada, pero pronto la levanté dándome cuenta de que había una figura de mujer frente de mi.
—— M-Mi-yun... –Balbucee al verla. Estaba impactada, en shock, y sorprendida–
—— Tu me mataste, ¿No lo recuerdas?. Tu me tiraste de la azotea. –Decia con enojo–
—— Y-yo...
—— Me mataste, y mataste a todos.
—— No, no, no, eso es mentira.
—— Tu tienes toda la culpa. –Seguia culpandome–
—— No, no, ¡Ya cállate! –Todos estaban a mi alrededor, que comenzaron a culparme también– ¡Cállense! ¡Yo no tengo la culpa! ¡Basta! ¡Por favor! –Me agache y me tape los oídos mientras sollozaba– ¡Esto no es real!, esto no es real. –Me repetía muchas veces–
Después de unos minutos no escuché nada. Levanté la cabeza con lentitud, mire a mi alrededor y no había nadie. Me levanté, pero al hacerlo sentí una mano en mi hombro.
