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El ambiente en El Paraíso se mostraba frenético y rebosante esa noche, tal como la otra vez en que se sabía que Krist bailaba, ya que nuevamente, la publicidad usada con su cara y silueta, habían hecho su trabajo.

Singto consiguió entrar, aunque ya quedaban muy pocos lugares, entonces se sentó en una mesa individual y se pidió un whisky.

Contoneando sus caderas y agitando sus pestañas postizas, un lindo omega vino a traérselo, el cual portaba una gran sonrisa, intentando llamar la atención de este, aunque el empresario no reparó en él.

Bastante descontento, el prostituto, uno de los más veteranos decidió entonces pasar a la acción pues el moreno alfa era el mas guapo y atractivo del lugar y por una noche quería no tener que abrirse de piernas para unos de los otros clientes habituales.

Al igual que los demás, incluido Krist, nada sabía del contrato de exclusividad pues Kao le había prohibido a Turbo revelarlo, ya que la noticia correría como la espuma y sus clientes defraudados ya no vendrían ni consumirían, así que ese omega creyó que el joven empresario estaba allí por todos y cada uno de ellos.

Este dejó el vaso de whisky en la mesa con una mano, mientras que con la otra acarició la espalda de Singto lentamente, entonces acercó su boca a la oreja del alfa y con sensualidad le habló.

...—Hola hombreton, me invitas a un trago a mi también o prefieres que pasemos a la acción primero.

El empresario se giró e hizo un ademán con la mano a modo de negación pues no quería ser descortés.

—No gracias, está bien así.

—Cariño, estás muy tenso—le insistió el omega ahora masageandole los hombros mientras le seguía hablando al oído—…yo sé como podrías relajarte.

—No, de verdad gracias...emm estoy perfectamente, solo vengo por el espectáculo de Krist.

Al escuchar eso, el prostituto resopló con furia deniéndose al instante.

—Ya le quitaste la virginidad o ¿acaso quieres estar con el de nuevo esta noche?—preguntó furioso —...uy ¿cómo no?, ese mocoso nos ha venido a robar toda la atención y a los mejores clientes, todos quieren follárselo a él, maldita sea.

Él empresario miró a su alrededor y vio que realmente los clientes estaban con ansías y no paraban de beber mientras gritaban al escenario, donde otros bailarines hacían su espectáculo pues estaban impacientes por la actuación del lindo omega.

El joven empresario se tomó de un solo trago su copa y tras chasquear los dedos, otro lindo prostituto, esta vez un rubio gamma, se la rellenó.

—¿Falta mucho para que Krist salga?—preguntó este sintiendo hervir su sangre.

El gamma rodó los ojos pues estaba ya cansado de responder a la misma pregunta, desde que habían abierto las puertas.

—En unos minutos saldrá, es el siguiente.

El empresario asintió conforme.

—Gracias, muchas gracias.

Mientras, tras la cortina del escenario, Krist lleno de nervios esperaba su turno.

—Tranquilo, lo harás muy bien, has ensayado todos los movimientos... solo deja tu mente en blanco—le habló Turbo arreglando los últimos detalles del atuendo.

—No estoy nervioso por el baile sino por lo que viene después...tendré que elegir a uno de esos tipos para que se desfogue conmigo.

El delta le sonrió.

4. Paraíso de omegas y gammas - SingtoKrist -  Omegaverse  Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora