❂𝕊𝕌ℕℝ𝕀𝕊𝔼 ℂ𝕃𝕆𝕌𝔻𝕊❂

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"Confías en mí...¿verdad?"

Decía aquella voz mientras escuchaba el tronar de los cristales atrás suyo. Cayendo rápidamente hacia abajo sin ser capaz de procesar algo.
El miedo inundó sus sentidos, mientras se acercaba a la obscuridad de una mente sin nada, sin vida, sin recuerdos.
El dolor punzante de su cabeza le hizo reaccionar. Abriendo sus ojos de forma lenta y dolorosa. Tratando de acostumbrarse a la luz blanca brillante que emanaba del cielo. La humedad del ambiente le dijo al instante que estaba en la intemperie, mientras que la brisa movía su pelaje con delicadeza. Cómo si se fuera a romper en algún momento.

Su vista estaba pegada a el cielo nublado siendo premonición de una época de lluvias constante. Sus ojos miel pasearon por todo el lugar, hasta darse cuenta de que estaba encima de una colina.

El pequeño osito de pelaje rubio caído del cielo... Suena a una historia divina o algo por el estilo. No está tan alejado de la realidad. Pero ni siquiera él sabía cómo había terminado ahí, aparentemente lastimado y con cortes en todo el cuerpo. Trataba de recuperar la compostura sentándose en la hierba verde que se movía al compás del viento tranquilo. Que no otorgaba frío, más bien un ambiente fresco que si no estuviera en esa situación. Podría disfrutar con gusto.

Más sin embargo, el dolor en su espalda le hizo jadear. Realmente le había dolido, en su mente pasó la idea de que había tenido un altercado, pero ¿Por qué en medio de la nada?. Se preguntaba el de pelaje rubio sin una pizca de consciencia sobre él mismo.
Llevó su pata hacia su frente, dándose cuenta de que estaba sangrando levemente. Se tensó al instante viendo como el líquido rojizo, manchaba su pata de una forma un poco considerable. Nunca había estado en una situación así, o al menos no lo recordaba. Tenía la sensación de que jamás había tenido tanto miedo a algo, tal vez era grave.

Un corte superficial adornaba la frente del osito, trato de pararse cayendo al suelo sin éxito. Hasta que intentando varias veces, consiguió lo que quería. Tambaleándose como un pequeño cachorro aprendiendo a caminar. Empezó su viaje hacia algún lugar en dónde pudieran ayudarlo. Necesitaba de alguien para preguntar al menos dónde estaba, y para saber a dónde ir.

Un campo de margaritas fue lo primero que vió al bajar de la colina dónde había despertado. Las pequeñas flores salían con el amanecer de un nuevo día, desencadenando belleza y ternura en el oso. Tuvo el impulso de tomar algunas, por lo que se agachó cuidadosamente, tratando de no lastimarse más.
Su mano estaba tan cerca de una de ellas, hasta que, como si fuera una escena de una película. Múltiples imágenes confusas y borrosas terminaban en sus ojos. Causándole un dolor de cabeza horrible mientras caía al suelo.

Agarraba su cabeza con fuerza, tratando de que se disipara semejante sufrimiento, y terminar fallando. Pequeñas lágrimas escurridizas empezaban a resbalar de sus mejillas. Un dolor y agonía interno empezó a florecer mientras más se mantenía en el campo de margaritas, como si supiera en el fondo, que algo tuvo que haber pasado para que reaccionase así.