La primavera era una estación preciosa, llegaba con felicidad y vida a mediados de marzo y se iba en junio con una brillante despedida dejando espacio para el verano.
Bien conocida la estación por el nacimiento de las flores, miles y miles de flores, llenas de colores vibrantes, suaves que decían explícitamente que la vida funcionaba en ciclos constantes que iban y venian, dejando espacio para las posibilidades que estaban en camino.
El perfume del campo le hacía recordar a Cheer esa reflexión. Y podía recordar el dulce aroma de las flores cosquilleando su nariz poniéndola a reír con fuertes carcajadas. Sintiendo bajo su pelaje la hierba que se movía pasivamente por el viento de la colina y como al mismo tiempo las nubes cedían ante su fuerza implacable y se movían como grandes trozos de bombón sobre su cabeza, adornando el cielo azul que le daba una de las vistas más preciosas que alguien pudiese soñar.
Suspiró con alegría, pasando sus dedos y arrancando suavemente un diente de león, soplando con cuidado, desprendiendo los pétalos dejándolos fluir al son del viento.
Era feliz, pero ese sueño ya lo había tenido.
En un abrir y cerrar de ojos, aquel paisaje casi divino había sido reemplazado por un cielo lleno de humo negro que la asfixiaba. Parándose rápidamente y mirando aquel horrible escenario.
Era la séptima nube, ardiendo en el fuego incandescente sin ninguna piedad, destruyéndolo y haciéndolo a nada más que viles cenizas debajo de los escombros. Mientras los gritos desgarradores de amigos y desconocidos resonaban en sus oídos con una fuerza espeluznante, dejándola petrificada en su lugar, impotente de hacer algo. Llorando sin parar, las lágrimas caían sin siquiera pedir permiso, rodando por sus mejillas demostrando el sufrimiento que estaba sintiendo.
Hasta que vió a lo lejos la silueta de quién en un pasado inocente, había llenado sus corazones de nada más que mentiras bastardas, solo para completar su asqueroso plan. Y si tan solo no hubiese sido tan estúpida, tan ingenua en creer...
— Puedes venir conmigo... —
No
— ¡Tienes que entender! Puedes hacerlo —
No puedo
Maldigo el día en el que te conocí.
Y ahí despertó
Con el sudor rodando por su frente, y el corazón a un paso de colapsar. Se despertó en su habitación.
Había tenido esa clase de pesadilla de nuevo, y estaba empezando a cansarla porque definitivamente le estaba quitando más salud mental de la que ya le restaba. También más energía y eso no era bueno para la misión en lo más mínimo.
Con cuidado miró sus patitas, en sus almohadillas tenía cortes y rasguños que habían sanado ya hacía mucho tiempo, solamente que limitando el crecimiento de pelaje en esas zonas. Suspiró con pesadez al notar que nada de su realidad había cambiado, y no sabía cómo sentirse al respecto. Si es que le daba alivio o le aumentaba la ansiedad.
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❂𝕊𝕌ℕℝ𝕀𝕊𝔼 ℂ𝕃𝕆𝕌𝔻𝕊❂
Fanfiction❊Funshine ha despertado en un campo lleno de flores blancas. Con pistas lugubres de sus recuerdos arrebatados cruelmente. Con una preciosa gema con forma de corazón roto. emprenderá un viaje en busca de las pistas de como llegó ahí, mientras busca a...