❊Funshine ha despertado en un campo lleno de flores blancas. Con pistas lugubres de sus recuerdos arrebatados cruelmente.
Con una preciosa gema con forma de corazón roto. emprenderá un viaje en busca de las pistas de como llegó ahí, mientras busca a...
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Cloud Nine a parte de ser el territorio más poderoso y grande que existía en Care a Lot (o al menos actualmente), también era bien conocido por sus buenas reservas de exquisitos licores, que mantenían bien resguardadas en algún lugar de la torre de los lamentos* al lado de el edificio de armonias*. Porque claro, lo mejor para los líderes.
Y era aburrido, servirles o quedarse ahí en el templo haciendo absolutamente nada. Pero al menos era un puesto ¿No?. Podía solo limitarse a mirar los grandes vitrales que se alzaban sobre su cabeza, y como la luz del sol atravesaba el vidrio colorido haciendo un efecto de arcoiris; solía gustarle bailar debajo de esos reflejos cuando era más pequeña.
Pero ahora, para Share, no era más que un recuerdo lejano que se había quedado demasiado atrás. Ya no tenía a nadie con quien compartir unas danzas torpes de cachorros viviendo su "infancia" o al menos lo que restaba de ella. Podía decirse que ya había madurado, aunque para otros osos fuese infantil por tratar de animar y soltar chistes en momentos serios y ser regañada por ello.
De todas formas los ancianos del consejo de Armonías* no tenían buen sentido del humor.
Yacía sentada en una pequeña silla de madera en una de las esquinas del gran salón del templo, arrastrando sus ojos con aburrimiento por unos cuantos cuadros mostrando la historia de la nube más alta. Suspiró pesadamente para volver a recargarse y cerrar sus ojos con lentitud, estaba bastante cansada, además de el leve cosquilleo de que se le estaba pasando algo de vital importancia aunque ese día lo hubiese definido como "pueblo quieto" porque simplemente no había nada que hacer, o al menos por el resto de la tarde porque el consejo seguía deliberando cosas. Y tenía esa leve ansiedad sabiendo que durante los últimos días había estado como mensajera de su jefa porque simplemente no había alguien más por allí, aunque ambas habían acordado no toparse durante un tiempo. O al menos no durante un año, mínimo.
Estaba atareada, y el no tener nada que hacer pero teniendo esa espina en su subconsciente de que algo podía hechar a perder lo que había mantenido durante un tiempo le quemaba. Pero al final por ahora, solo era una simple asistente, podía tener la mente serena un poco.
"Al menos por ahora" pensó
Volvió a suspirar reclinandose un poco más, teniendo como único sonido, el más profundo silencio que un viejo templo podía dar.
Unos leves piquetes en sus mejillas le hicieron caer en cuenta que se había quedado dormida. Y su corazón empezó a bombear sangre del susto, cayendo en el terror pensando que había hecho algo mal. Saltando de su asiento poniéndose firme tal cual un soldado.
- NO ME DORMÍ - Soltó con desespero mientras miraba al frente, siendo nada lo que encontró. Mirando hacia su lado derecho encontrándose con la mirada azul de su mejor amigo casi hermano.
