Capítulo 17

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Se sentía apenado al tener a su madre arreglando su camisa como un niño chiquito. Desde que se enteró que el padre de Mingyu era el dueño del bufete donde consiguió al abogado y, además, venían de una clase social más alta, decidió que debían vestirse bien, tener buenos modales, solo para agradarle a los futuros suegros de Wonwoo, lo cual, él creía que era una estupidez. 

—¿De verdad quieres que vaya así vestido? —Wonwoo se sentía muy tonto con el traje que su madre le compró.

—Te ves bien —animó la señora Jeon.

—Me veo muy patético.

—Estoy de acuerdo con él —agregó su padre.

—¡Tú no opinas! —regañó su madre. Wonwoo solo atinó a reírse—. Ya está, te ves muy bien. 

—No, yo creo que no —se apartó de su madre. Recordaba las prendas que Mingyu le había regalado, que logró recuperar después—. Tengo algo mejor para ponerme.

Fue a su habitación en cuanto pudo escaparse de su madre, sacó las cosas que Mingyu le había regalado para vestirse con ellas. Se veía mejor que la ropa que rebuscó su madre entre las cosas viejas de su padre. 

También sacó su collar favorito, el que le regaló la señora Kim cuando fue a su casa.

Hoy era el día en que las cosas con Mingyu se formalizarían. Sabía de antemano, que Mingyu pediría su mano frente a los padres de él y a los suyos. Estaba nervioso, no mentía, nunca creyó que ese día llegaría pronto. Y los nervios se intensificaron cuando Mingyu había llegado por él y su familia. 

—Señora Jeon, se ve hermosa —comentó Mingyu a la Omega que se había sonrojado. Wonwoo no podía creer el descaro de su madre, pero se alegraba de que se llevará bien con Mingyu—. ¿Nos vamos? —Mingyu se dirigió a él.

Salieron de la casa y caminaron al auto del Alfa. Mingyu abrió la puerta trasera para que los padres de Wonwoo entrarán, y el Omega esperó su turno.

—Hubiera preferido pagar un taxi a qué vinieras por nosotros, mis padres pueden ser un poco habladores —comentó Wonwoo.

—Prefiero eso a estar con mis padres que siempre están en silencio —le brindó una sonrisa.
Wonwoo subió al auto con la ayuda de Mingyu, cuando el mayor se subió puso el auto en marcha para ir a la casa del Alfa. 

El Omega no mentía cuando decía que sus padres no paraban de hablar. Mingyu podía notar que Wonwoo tenía un rostro lleno de vergüenza con las historias que su padre contaba. Mingyu lo encontraba divertido y se reía en silencio.

Mingyu se enteró de un par de cosas curiosas de Wonwoo cuando era un bebé, lo que hacía de cachorro era divertido y le provocaba ternura al Alfa. Por otra parte, Wonwoo quería hundirse en el sillón de auto para que se lo tragara y no pudiera escuchar ese momento tan vergonzoso.

—Llegamos —comentó Mingyu.

—¿Vives en este lugar? —comentó el padre de Wonwoo con asombro.

—Sí, yo también puse esa misma expresión.

Bajaron del auto, siendo recibidos por los padres de Mingyu. 

La señora Kim en cuanto vio a Wonwoo no dudó en correr hacia a él para abrazarlo con algo de fuerza. Estaba emocionada por tener que verlo nuevamente y más con la noticia de saber que estaba en cinta de Mingyu.

—¿Cómo estás mi nieto? —preguntó con emoción. Tomó el rostro de Wonwoo para ver sus ojos que tenían un brillo. Él solo sonreía—. ¿Cómo estás tú?

—Estamos bien —respondió con una sonrisa.

—Ustedes son los padres de Wonwoo, ¿cierto? —preguntó el padre de Mingyu.

De verdad, yo te amo. - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora