CAPITULO 21

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TRES NOCHES ANTES

Hiccan se encontraba durmiendo tranquilamente junto a Práxedes hasta que nuevamente hizo su aparición una pesadilla que desde hace noches no la dejaba conciliar el sueño, una vez que el molesto intruso vino Hiccan empezó a jadear y cada vez era mas fuerte sus músculos se contraían a la vez que su respiración se descontrolaba, lentamente no solo su mente fue presa su cuerpo también fue martirizado obligándola a saltar violentamente de la cama y alarmando a su compañero.

- Hiccan, ¿otra vez esa pesadilla?

- Huf huf, si......huf...no fue nada.

- Como que nada, desde hace semanas que ya no puedes dormir bien.

- No es nada, solo es el estrés.

- Práxedes aun preocupado prefirió primero que su amada conciliara su sueño antes de hacerle un interrogatorio, -Quieres que te traiga agua.

- Si, eso sería fantástico.

- Vuelvo,- no se fue antes de depositar un fugaz beso en la mejilla de su esposa.

Práxedes salió de la tienda, mientras Hiccan trataba de calmar su respiración y hallar una explicación de sus frecuentes pesadillas, pero no le di mas importancia que el estrés que había tenido los ultimo meses, con eso en mente se acurruco en las cálidas mantas esperando a Práxedes.

EN EL PRESENTE

Mientras las demás personas se acomodaban respectivo al grupo que se les llamaba, en el fondo de la tienda donde se reunían los jefes de las aldeas, Aren entro convertido en una bestia interrumpiendo la reunión que se llevaba a cabo y dirigiéndose al jefe de su aldea.

- ¡¡¡Maldito viejo!!!

El viejo hombre azotado por los años no se molesto en voltear pues ya era costumbre que Aren le hablara de esa forma, aunque fuera su padre, amablemente pidió un momento a solas con su hijo.

- Que tal hijo, como te va en los entrenamientos.

- No me vengas con eso, me dirás porque la trajiste cuando específicamente te dije que no debía venir.

- ¿quien?

- Hay no se que tal mi hermana.

- ¿ella esta aquí?

- Agh....hablo de Dhalia mi prometida si es que lo olvidaste.

- Hijo ella insistió en venir no tuve otra opción.

- Jajaja...claro una chica de un metro sesenta y cinco te pidió que la dejaras ir a la mayor

- Y aquí vamos otra vez

- quien se regodea de haber acabado con sus propias manos al monstruo de las montañas de un solo golpe, no solo no hiciste nada para impedir que ella viniera si no que le diste permiso.

- Suspiro- hijo debido a la actual situación la presencia de Dhalia era indispensable.

- Disculpa, reconozco que Dhalia es una gran sanadora muy talentosa para su edad, pero ella no sobreviviría en el campo de batalla.

Después de pronunciar las últimas palabras en la tiendo entro la susodicha, escuchando claramente a Aren,- gracias por el voto de confianza Aren -, Aren avergonzado trato de arreglar la situación, pero no tardo en percatarse de que detrás de ella venia "Erika".

EL DESPERTAR DEL DRAGONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora