El Prometido [ SHOWKI ]

[ 03: La perrera ]

— Tu mamá me vino a visitar — Jadeó Hyungwon, mientras cargaba un balde muy pesado con un brazo.

El bajito lo siguió.

— ¿Mamá sabe que estoy aquí?

— No, pero cree que estoy enterado de en dónde vives. Además, ella te quiere ver y mencionó que aún si llegas a su casa o no el día de hoy, sabrá que te diste cuenta por parte mía — Sonrió. — Ella no es tonta

— No tiene ni una pizca — Concordó Kihyun, apenas si había amarrado sus botas como para escuchar noticias de Oksong tan temprano. — ¿Dónde te vio?

— No te preocupes, tomó el camino largo para ir al trabajo y por eso pasó por aquí

— Y... - Abrió las puertas del establo con un caminar agitado. — ¿Ella venía sola?

— Mhm... No mencionó a tu papá, me pareció extraño no verlos juntos

— Y... de verdad ¿nadie más?

— ¿Mmh?

— Olvídalo — Kihyun no sabía ni qué preguntaba.

Hyungwon se le quedó viendo mientras colgaba el heno a los caballos apartados de los demás. El sol ya había llegado al cielo y un animal con instintos también sabía que la rutina en la caballeriza existía.

Kihyun los llevaría después al rodeo y se encargaría de que el caballo se sintiera mejor. Pero el menor no estaba en sus sentidos esa mañana, no parecía dormir suficiente y eso pocas veces se interponía en su trabajo como lo hace ahora. Hyungwon sabe lo mucho que su amigo amaba este lugar, pero siendo honesto con él mismo no era algo que realmente le hiciera bien.

— Deberías ir a verla de nuevo

— No lo creo posible

— Ellos no vivirán por siempre, ya están mayores

— Oh basta, suenas a esos señores que prefieren ver a un hijo triste que a un padre solo

Hyungwon elevó una ceja en alto.

— Eso haría creer a cualquiera que tuviste una infancia horrible

Kihyun lo miró irritado.

Suspiró. — Bien, no dije nada, Kihyun. Todos batallamos con nuestros asuntos de un modo u otro — Alargó. — Pero, decirles que piensas antes de que ellos sobre piensen mostraría mucho crecimiento de ti

— Ellos saben perfectamente lo que siento y las razones

— ¿Lo saben? — Se detuvo. — ¿Se los has dicho alguna vez?

Kihyun molesto dejó de cepillar a una de las yeguas y miró hacia el suelo.

— Hablar solo crea confrontación

— Tampoco es que sea malo, ellos te han hecho pensar de ese modo

— ¿A qué quieres llegar?

Hyungwon suprimió un mal comentario y miró hacia los caballos.

— ... Nada

Sabía a qué quería llegar. Hyungwon pudo romper el molde.

Sus abuelos no había apoyado a su papás en el estudio de los animales y ese rencor aún lo cargaban el sr. y la sra. Chae hoy en día. Hyungwon a diferencia de su hermana mayor, decidió pasar de ese odio y no sentir rencor por sus abuelos. Los ancianos no lo habían visto convertirse en el hombre que era hoy y nunca lo necesitaría, por ende, Hyungwon di logró romper el molde de sus padres.

Kihyun, mirando a su alto, guapo e idiota amigo no podía creer que creyera que él lo podía hacer también. Su familia no tenía tanto dinero en primero lugar para permitirle administrar un negocio solo.