Otoño estaba en su máximo apogeo, las hojas secas caían de los árboles a montones, creando montañas que los niños usaban como escondite, como fortaleza y como armas.
Seokmin recordó sus años más tiernos de la infancia, y se imaginó a sí mismo usando a la naturaleza como un juguete, exception que en su caso las hojas secas eran remplazadas por tierra, rocas y barro. Nadie quiso jugar con él cuando era pequeño, así que hacía sus propios amigos con lo que tenía a la mano, como Janggi, una lata de Coca-Cola a la que le puso una carita feliz, y Daru, una pequeña rama que tenía una forma graciosa, o Rina, el adorno que su abuela había puesto en el refrigerador y que adoptó como su amiga. Ellos no eran crueles, los otros niños sí, es por eso que cuando lo encontraron jugando con sus amigos pisaron a Janggi, partieron en dos a Daru y decapitaron a Rina. Seokmin lloró e intentó protegerlos mientras ellos se rían de su travesura.
—No les hagan daño, no tengo otros amigos.
Seokmin solía ser muy llorón de niño, y de adolescente también, pero en un punto de su vida simplemente dejó de llorar y ya. Sus amigos, reales de carne y hueso, bromeaban con eso diciendo que después de los dieciséis años vino con una nueva actualización que no incluía la opción de llorar.
Seokmin se reía del chiste, porque era cierto, y no se puede hacer mucho cuando las cosas son verdad. Ni siquiera lloró cuando terminó con...
—¿Hace cuánto llevas a ahí? Levántate, tengo que ir a ver a Soonyoung.—La voz de Minghao lo regresó al presente.
Cuando volteó a verlo casi tropieza su rostro con el vaso de un café frío, lo tomó con algo de exceptisismo pero le sonrió y le agradeció el gesto.
Hace dos años él y Seokmin no se toleraban el uno al otro, no tenían peleas ni discusiones, lo suyo era más tener personalidades tan opuestas que la sola interacción era incómoda para ambos. Pero últimamente estaban comenzando a entenderse mejor, y todas las cosas que Seokmin llegó a considerar tediosas y molestas en Minghao, ahora no lo eran tanto. Comprendió que Minghao nunca tuvo la intención de ser grosero con él, y se disculpó si alguna vez lo hizo sentir mal, Seokmin aceptó la disculpa porque era sincera, y también tomó responsabilidad por sus palabras o sus acciones en el pasado, desde entonces acordaron comenzar de nuevo.
Se dio cuenta que Minghao era una buena persona, o al menos intentaba serlo, y por primera vez se sintió genuinamente feliz de que Soonyoung y él estuvieran comprometidos. Los envidiaba, de la buena manera.
Y de la mala también.
Él también tuvo algo como lo de Soonyoung y Minghao, y lo perdió.
—¿Crees que llueva?—Preguntó Seokmin viendo un par de nubes grises desde la ventana del auto.
—¿Hoy?—Minghao quitó sus ojos del camino para apreciar el cielo por un segundo—No lo creo, hace un lindo día.
—-Si llueve me debes otro café helado.
—Tomar tanto café es dañino para la salud, elige algo diferente.
—Me voy a conformar con que llueva y te des cuenta que estuviste equivocado.
Minghao rió—Hablo en serio, elige cualquier cosa, soy un buen perdedor y puedo aceptar mi penitencia sea grande o pequeña.
—Es que... De verdad no lo sé—Desvió su mirada a otro lado, como si su propia respuesta le diera vergüenza.
Seokmin era una persona muy indecisa, solía elegir cosas de las que no estaba seguro solo por presión, y al final fingía que no se arrepentía. Minghao solía criticarlo mucho por ello, así que le recomendó que en lugar de tomar una decisión de la que no estuviese seguro, sería mejor que no tomara ninguna en lo absoluto.
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Happiness. | Seoksoo
Fanfiction"Habrá felicidad después de ti, pero hubo felicidad gracias a ti" Seokmin terminó su relación con Joshua, hace un mes, o hace un año, realmente no puede recordarlo. Solo sabe que ya no está ahí, y al principio eso estaba bien, todo tiene un final...