"𝘛𝘦 𝘷𝘦𝘰, 𝘦𝘨𝘰𝘪́𝘴𝘵𝘢."
Sí, one-shots de tus futbolistas y fifas favoritos.
Los pedidos se encuentran abiertos, pueden ser +18 como no.
Blue Lock no me pertenece, sus personajes pertenecen a sus respectivos autores.
Este one-shot es un pedido relacionado al primer one-shot de Ego.
Las siguientes prácticas establecidas en este one-shot son plenamente ficticias, favor de discernir entre realidad y ficción.
pd; el one-shot está sin editar pq lo corregí y cambie muchas veces, cualquier error pido perdón. ;3;
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MUSA. Jinpachi Ego.
advertencias: HACEME MIERDA SI NO TE SIRVO EGO, BAJAME LA TANG-... En fin, son tres años menor que Ego, es decir, tienen 27 pq Ego tiene 30.
Desde aquel beso en su oficina has estado en un trance interno, el momento se repetía constantemente en tu cabeza y tus mejillas intensificaban el calor de tu rostro —si es que realmente eso era posible— de sólo sentir el sabor del ramen instantáneo en tu boca. Aunque haya sido un simple beso, el extraño azabache te ha puesto a sus pies y a su vez te ha vuelto loca, más aún después de besarte con tantas ganas hasta inflamar y enrojecer tu boca.
—Señorita [t/n], —llamó el azabache, acariciando tu cintura guiando a que tu cuerpo quedase entre el escritorio y su pecho, haciendo que te sentases sobre el mismo— quiero recordarle que en Blue Lock hay reglas y esas reglas lastimosamente hay que cumplirlas si queremos orden. —comentó, inclinando su rostro para iniciar un recorrido de besos por tu cuello, llevando sus largas y grandes manos por debajo de la camisa de tu uniforme— Y entre esas reglas está la confidencialidad, por el momento será privado nuestro noviazgo.
—E-espere, E-ego-san... ¡Hmg! —gemiste al sentir sus manos amasando tus pechos sobre el sostén— ¡¿N-noviazgo?! ¡Pero no me ha pedido ser su novia! —exclamaste con un intenso carmín en tu rostro y, en respuesta, obtuviste esa tan burlona y egocéntrica sonrisa.
—Creo que, es completamente obvio que el sentimiento es correspondido. —espetó, mientras tomaba tu barbilla con una de sus manos haciendo que le mirases fijamente— Si usted no quisiese entregarse a mí como yo quiero entregarme a usted, hubiese colocado el límite desde un principio. Si no lo desea, podemos darle fin y volver a una relación únicamente laboral.
—Ego-san...
—Estoy enamorado de ti, [t/n]... Y sólo con besarte, incluso tocarte es demostración suficiente para hacerte saber que quiero que seas la mujer de mi vida. —habló; el tono de su voz era tan serio que había provocado una corriente eléctrica por tu espalda, sus ojos cubiertos por ojeras brillaban tan intensos que pacientemente esperaban respuesta.
—Sí quiero, Ego-san... U-usted me gusta desde hace mucho tiempo. —confesaste, enredando tus piernas en su cadera en el proceso.
